El Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York (NYDFS) publicó este lunes una guía de protección al consumidor en caso de insolvencia de criptomonedas, después de que el año pasado las monedas digitales se derrumbaran y eso llevara a la quiebra a varias empresas del sector FTX, Celsius Network y, más recientemente, Genesis Global Capital.
"La orientación de hoy recuerda a las empresas de moneda virtual reguladas por DFS nuestras expectativas con respecto a la custodia de los activos de los clientes", dice en un comunicado hoy Adrienne Harris, superintendente del NYDFS.
La regulación de la criptomoneda de Nueva York requiere de las entidades: conservar criptomonedas de una manera que proteja los activos de los clientes, mantener los registros, divulgar adecuadamente las condiciones asociadas con sus productos y no utilizar su marketing de manera engañosa.
"DFS ha utilizado y continúa utilizando todas sus herramientas regulatorias para seguir el ritmo de la industria, tomar decisiones de política basadas en datos y responder de manera proactiva al mercado de moneda virtual", anota el comunicado.
Además, el departamento explica que para realizar la guía hizo "un análisis sólido del panorama regulatorio existente y las tendencias del mercado". Vale la pena recordar que el NYDFS empezó a trabajar con este tipo de divisas digitales en 2015.
La semana pasada, la unidad de préstamos de la empresa de criptomonedas Genesis solicitó la protección por bancarrota de los acreedores de Estados Unidos.
Por su parte, FTX, que era una de las principales plataformas de criptomonedas y llegó a tener una valoración de 32.000 millones de dólares, ha causado estragos en el sector tras su rápido desplome después de que muchos usuarios se apresuraran a retirar sus fondos en medio de informaciones que ponían en duda la solvencia de la compañía.
Su fundador, Sam Bankman-Fried, está acusado por las autoridades de Estados Unidos de múltiples delitos, de los que se ha declarado no culpable ante un tribunal federal de Nueva York, adonde llegó tras ser extraditado desde las Bahamas, donde residía y tenía sede su empresa.
El joven de 30 años se encuentra ahora bajo arresto domiciliario en casa de sus padres tras pactar una fianza inédita de 250 millones de dólares; desde ahí, sigue defendiendo su actividad y criticando que se forzase a FTX a la quiebra y el modo como se está gestionando el proceso.