El tejo, al que también se le conoce como turmequé, fue considerado como deporte nacional en junio del año 2000 por el Congreso de la República. Se juega en una cancha de arcilla o plastilina de 18 metros de largo, con el fin de hacer estallar las mechas que se encuentran en el bocín para sumar puntos sucesivamente.
En KienyKe.com quisimos establecer las diferencias entre el tejo que se juega en el norte y el sur de Bogotá.
En el norte de la ciudad los costos de consumo durante un cotejo aumentan, mientras que en el sur la economía está al bolsillo de cualquier estrato.
Los que practican la disciplina en el sur son hombres entre los 40 y 60 años; en el norte, aunque hay un gran rango de edad, son los jóvenes los que poco a poco invaden las canchas continuando la tradición.
La estructura de la cancha no queda exenta de las diferencias, es decir, mientras que en el norte acostumbran a jugar en plastilina para evitar ensuciarse las manos; en el sur, la greda y la arcilla pasan desapercibidas en las manos de los cracks del turmequé.
En las canchas de tejo del barrio Santa Librada, al sur de la capital, acostumbran a vender lo básico en comestibles: paquetes, salchichón y chicharrón hacen parte del menú. En el norte, el olor de un buen asado despierta el hambre de los deportistas.
Finalmente y hablando de extremos, el sur tiene una mejor acogida por parte de la ciudadanía, puesto que en el sector se hacen campeonatos oficiales, mientras que en el norte solo se juega en eventos sociales por mera diversión.
El siguiente video le mostrará lo que podrá vivir en una cancha de tejo en los dos sectores de la capital
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