Luego de la polémica que se generó tras un articulo del diario londinense 'The Times' en el que se anunciaba que para la Federación Internacional de Atletismo la campeona olímpica Caster Semenya era biológicamente un hombre, el organismo desmintió la información.
Sin embargo, consideró que es necesario que la sudafricana reciba medicamentos para contrarrestar los niveles de testosterona, lo que haría que bajara su rendimiento deportivo.
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Cabe mencionar, que la atleta, quien ganó en los Juegos Olímpicos de Río de 2016 la prueba de 800 metros, sufre una anomalía genética razón por la que presenta testículos internos en vez de útero, lo que la lleva a generar niveles altos de testosterona.
"La IAAF (por sus siglas en inglés) no ha clasificado como hombre a ningún atleta con DSD (diferencias en su desarrollo sexual). Al contrario, aceptamos su sexualidad legal sin requisitos y se les permite competir en la categoría femenina", manifestó la IAAF sin hacer referencia directa a Semenya.
No obstante, dejó claro que es necesario tomar medidas a este tipo de situaciones, lo que causó molestia en la deportista. El organismo deportivo afirmó que si un atleta con diferencias en su desarrollo sexual "tiene testículos y los niveles de testosterona de un hombre, este experimenta el mismo aumento del tamaño y la fuerza de los huesos y los músculos y los mismos incrementos en hemoglobina que un hombre cuando llega a la pubertad, que es lo que les da a los hombres una ventaja en el rendimiento sobre las mujeres".
La organización ha presentado varios inconvenientes para que la corredora participe en la competencia sin medicación, reglas que según indica Semenya, son discriminatorias. Las nuevas normas propuestas por la IAAF, en la que se incluye regular los niveles de testosterona, serán analizadas la próxima semana por el Tribunal Arbitral del Deportes (TAS) en Suiza.
Los abogados de la doble campeona olímpica, señalaron a través de un comunicado, que es indudablemente "una mujer, una heroína y una fuente de inspiración en el mundo entero".
A su vez, insisten en que debería ser respetada, tratada como a las demás atletas y reiteran en los derechos de esta población, "nacidas como mujeres, criadas y socializadas como mujeres, que han sido reconocidas legalmente como mujeres durante toda su vida, que siempre han competido como mujeres y que deberían tener permiso para competir en la categoría femenina sin discriminación".
