Al parecer, al deportista Ben Flower de los Wigan Warriors, se le olvidó aplicar los valores que son tradicionales en este deporte de contacto al propinarle dos puñetazos a Lance Hohaia del equipo St Helens durante la final de la Liga.
¿Qué sucedió?
Flower, de 26 años, tumbó a su rival con un golpe en el rostro y volvió a propinarle otro brutal puñetazo cuando yacía tumbado sobre el césped.
El inglés fue expulsado durante tan solo dos minutos en un partido en el que el Wigan dejó escapar el título al perder el encuentro por 14-6.
A raíz de la agresión, el jugador estará inhabilitado en Inglaterra hasta el 15 de abril, por lo que se perderá el inicio de la próxima temporada y declarado culpable por la Rugby Football League inglesa (RFL) de una ofensa de grado F, la ruptura más grave de las normas disciplinarias de ese deporte.
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"La victoria del St Helens se ha visto ensombrecida por este incidente y eso no es correcto. La gran final fue un encuentro increíble y el St Helens es el merecido ganador, esperamos que el respeto y la sana rivalidad entre ambos equipos se mantenga intacta", dijo el equipo, que recalcó que Flower está "completamente arrepentido", publicaron los Wigan Warriors en un comunicado.
¿Qué dijo el jugador?
"Lo siento por lo que pasó. No hay defensa de mis acciones. Fue algo que sucedió en el calor del momento en la que nuestras emociones y la adrenalina corría alta. Al instante me arrepentí y estoy devastado por golpear a alguien así. En primer lugar me ofrezco mis disculpas a Lance. Siento mucho respeto por él y nunca he ido a un campo de rugby a perjudicar a un compañero de juego. Espero que él está bien", sostuvo Flower
