En total 180 gobiernos, incluyendo Colombia y exceptuando a Estados Unidos, lograron un nuevo acuerdo, dirigido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el cual se busca regular la exportación de residuos plásticos, de los cuales unos 8 millones de toneladas terminan en los océanos cada año, dijeron los organizadores. La reunión de Ginebra modificó el Convenio de Basilea de 1989 sobre el control de desechos peligrosos.
Los 1.400 representantes reunidos en Ginebra llegaron a un acuerdo después de 12 días de discusión sobre lo que Rolph Payet, Secretario Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) llamó "uno de los problemas ambientales más apremiantes del mundo ". "Estoy orgulloso de que esta semana en Ginebra, las Partes del Convenio de Basilea hayan llegado a un acuerdo sobre un mecanismo legalmente vinculante y global para la gestión de residuos plásticos", dijo Payet.
[single-related post_id="1097519"]
El marco legalmente vinculante para reducir los residuos plásticos compromete a los países involucrados de monitorear y rastrear miles de tipos de residuos plásticos fuera de sus fronteras. Según el acuerdo, las naciones tendrán que obtener el permiso del gobierno para enviar la mayor parte de sus residuos plásticos a otros países.
La reunión de Ginebra también se comprometió a eliminar dos grupos químicos tóxicos: Dicofol y ácido perfluorooctanoico. Este último se ha utilizado en una amplia variedad de aplicaciones industriales y domésticas, incluyendo utensilios de cocina antiadherentes y equipos de procesamiento de alimentos, así como alfombras, papel y pinturas. La Unión Europea coordina y dirige la protección del medio ambiente para sus miembros, a través de la regulación de la industria y el establecimiento de objetivos de política verde.
El problema con los plásticos es que la mayoría no son biodegradables. No se deterioran como la madera, el papel, la tela o el cuero. Por lo tanto, podrían durar hasta 450 años, llenando vertederos, flotando en vastas masas en océanos y lagos, y consumidos por las ballenas y otros animales marinos en busca de alimento. La mayor preocupación son los denominados plásticos de un solo uso, tales como pajitas y agitadores de refrescos, botellas, bolsas, envases para medicamentos, etc.
A pesar de la falta de participación de Estados Unidos, las reglas también aplicarán para ellos cuando intenten mover los desechos de plástico a cualquiera de los 180 países participantes de este acuerdo, una vez que las leyes entren en vigencia en un año.
