A las tres de la mañana de este domingo los relojes europeos se devolverán una hora, solo la primera vez, por la llegada del horario de invierno. Esta es una disposición que se ha ejecutado en varios países de ese continente desde el siglo pasado, sin embargo, en la actualidad se discuten los beneficios que proporciona la medida.
La intención principal es para aprovechar la luz natural diurna y tradicionalmente se han tomado medidas similares. En la antigüedad algunas civilizaciones modificaban sus formas de medir el tiempo para tener en el día las horas más iluminadas, pero si se acerca más en el tiempo se encuentra que durante el siglo XIX hubo varios personajes que propusieron ideas similares.
La propuesta final que más impacto tuvo fue la del británico William Willet, quien en 1907 publicó por primera vez un documento en el que hablaba del desperdicio de las horas diurnas durante el verano. Esta hipótesis la fue ampliando en documentos posteriores.
Se dice que la reflexión llegó a su mente por su hábito de montar en su caballo y se extrañó de que luego de que el sol saliera todavía estuvieran cerradas algunas persianas y de que la gente no estuviera en la calle ni realizará sus labores cotidianas.
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Aunque la novedosa propuesta no fue tenida en cuenta inmediatamente por las autoridades de su país, se dice que durante la Primera Guerra Mundial se empezó a implementar la técnica del cambio de horario para ahorrar recursos como el carbón.
Durante la década de 1970, por una necesidad similar se reforzó la medida. En 1973 países árabes, principales suministradores de petróleo de parte de Europa, decidieron no exportar más crudo a quienes habían apoyado a Israel durante la guerra de Yom Kipur y por eso los afectados se vieron nuevamente con la urgencia de ahorrar suministros.
La solución consiste en que durante los meses de verano, en los que el sol sale más temprano, las personas adelanten una hora sus labores y aprovechen la iluminación natural, disminuyendo, lógicamente, el uso de la artificial.
En la actualidad la Unión Europea (UE) la considera una norma de obligatorio cumplimento para sus países miembros, sin embargo, se cuestiona su utilidad y se analiza si se debe cancelar o no. Entre los puntos positivos de esta norma está la disminución del consumo de energía eléctrica, no obstante, entre la información publicada por la UE para ilustrar a quienes decidieron opinar sobre la conservación o no del cambio, resaltó que “los estudios indican que el efecto global de ahorro de energía que se deriva de la hora de verano es marginal”.
Hace algunos años el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), una entidad del Ministerio de Industria, Energía y Turismo de españa expuso que el ahorro era del 5 %, aunque sobresale más el impacto económico que el ambiental.
Una de las formas de obtener energía eléctrica es a partir de la quema de combustibles fósiles lo que produce gases de efecto invernadero que aumentan el calentamiento global.
¿Afecta al medio ambiente el cambio de horario en Europa?
Vie, 26/10/2018 - 03:46
A las tres de la mañana de este domingo los relojes europeos se devolverán una hora, solo la primera vez, por la llegada del horario de invierno. Esta es una disposic