Gracias a una investigación realizada por el Institute for Agriculture and Trade Policy (IATP), se comprobó que pese a los daños ambientales que produce el petróleo en su extracción, existe una actividad aún más perjudicial para el medio ambiente, y es la producción de carne.
Para llegar a esa conclusión, la investigación revisó la cantidad de gases de efecto invernadero que producen las empresas ganaderas y de lácteos más grandes del mundo, y se le comparó con el mismo daño que producen petroleras como Shell, BP o Exxon Mobile.
Los resultados indicaron que las cinco marcas más grandes de la producción de carnes en el mundo, que son JBS, Tyson Foods, Cargill, Dairy Farmers of America y Fonterra, contaminan mucho más que las empresas que perforan la naturaleza para extraer el líquido.
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Esto se debe principalmente a la deforestación por el cambio de uso de la tierra debido a la expansión del pastoreo y de los cultivos de forrajeo, así como al proceso digestivo de los rumiantes (metano), el almacenamiento y elaboración de estiércol (N2O) y, por último, a la elaboración y transporte de productos pecuarios. En particular, hoy en día, un 10% del terreno agrícola del planeta se destina a pastos y otro 10% se destina a la producción de cereales para alimentarlos.
Lo más preocupante es que la situación puede empeorar. El estudio vaticinó que de continuar con el crecimiento excesivo de la industria de la carne que se viene presentando, para el año 2050 serán responsables de más del 80 por ciento de los gases de efecto invernadero que se emiten anualmente en todo el mundo.
En cifras, la industria de la carne emite al menos 578 toneladas métricas de gases de efecto invernadero al año. Sin embargo, no solo se cuentan los que generan los animales y los mataderos, sino también los que son producidos por los vehículos que hacen el transporte del ganado y de la carne cuando es procesada.
Producir carne contaminaría más que sacar petróleo
Mié, 15/08/2018 - 11:28
Gracias a una investigación realizada por el Institute for Agriculture and Trade Policy (IATP), se comprobó que pese a los daños ambientales que produce el petróleo en su extracción, existe una