Más de 2.000 animales muertos, familias reubicadas y un daño ambiental que se extendió por kilómetros debido al derrame de 550 barriles de petróleo del pozo Lisama 158, de Ecopetrol, fue el balance del mes que duró este desastre ambiental en Norte de Santander. Poco menos de un mes después de cesar la salida de crudo, la misión de expertos de la ONU que investigó la emergencia entregó sus conclusiones.
La más importante de ellas es que el proceso de recuperación de los daños causados en el ecosistema de la región y en las aguas de las quebradas Caño Muerto y Lisama, y el río Sogamoso, tomará "un año aproximadamente".
Esta misión, conformada por siete expertos internacionales, aseguró que la dimensión de la emergencia es media, aunque visualmente fue "impactante".
Esta valoración tiene que ver con la extensión de la zona geográfica, que es de aproximadamente 20 kilómetros, y el tiempo de duración; definición que no pretende “minimizar el daño ni lo que siente la población local, sino ponerlo en un contexto científico. La respuesta fue completa, pero inevitablemente siempre hay cosas que se pudieron hacer de manera diferente”, agregó Dan Stothart, líder de la misión de la ONU.
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El funcionario también manifestó que “se ha hecho un trabajo en recuperación del ecosistema y, aunque recuperar en un 100% es difícil, será adecuada para que las personas puedan seguir adelante”.
Por su parte, Claudia González, directora de la ANLA, aseguró que el proceso sancionatorio en contra de Ecopetrol sigue en proceso.
El ministro de Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo, destacó la importancia de esta misión y agradeció al equipo de la ONU su valioso trabajo en campo.
“Agradecemos a Naciones Unidas por este trabajo tan expedito y con tanto rigor. Nos han presentado recomendaciones preliminares que, como Gobierno, debemos acoger para tener en un par de semanas el informe definitivo, que será muy importante para el trabajo que haremos de aquí en adelante en lo que tiene que ver con en el tema de lecciones aprendidas”, indicó Murillo.
La Misión solicitada tuvo el propósito de analizar los impactos ambientales, el proceso de respuesta e identificar recomendaciones. Estas últimas, de acuerdo con el informe preliminar, están orientadas a mejorar los canales de comunicación, el monitoreo y la información ambiental.
