Con el objetivo de presentar una piel lozana e impecable, no solamente debe tener una rutina de limpieza sana y frecuente, o usar productos cosméticos de alta calidad. Si se maquilla, debe tener en cuenta que las brochas de maquillaje deben limpiarse regularmente, esto para garantizar su uso y longevidad.
Jamie Coombes, maquilladora internacional de Dior, comenta, “Si cuidas bien de las brochas pueden durar años. Sabes que tienes que cambiarlas cuando las cerdas se debilitan y empiezan a caerse. Si no limpiamos la brocha debidamente, acumula bacterias que pueden causarnos problemas e infecciones”.
Por otro lado, Julia Stewart, directora internacional de formación de Shiseido, explica, “El producto puede apelmazarse o secarse en las cerdas, de modo que pierden flexibilidad o admiten menos producto, con lo que la brocha reduce su eficacia”.
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Sabiendo cuál es la importancia de limpiar los pinceles, puede hacerlo con los siguientes consejos. Para empezar, las que utilice para aplicar algún producto líquido, como la base o el corrector, se deben lavar cada dos o tres semanas, porque este tipo de maquillaje se acumula rápidamente, pero si usted las usa con alta frecuencia debe hacerlo semanalmente.
Julia Stewart recomienda para las brochas usadas con elementos en polvo, “Las brochas que usamos para fórmulas en polvo, como las sombras de ojos o los polvos bronceadores, solo hace falta lavarlas una vez al mes”. De esta forma su piel no se ve perjudicada, o tampoco se mezclarán los colores que usted usa con frecuencia y así evita un resultado nada deseado.
Existen dos clases de brochas, las que cuyas cerdas son elaboradas con materiales sintéticos y las de fibra natural, Jamie Coombes cuenta, “Mis brochas naturales las cuido como a mi propio pelo”, por esto es que es usual lavarlas con champú y agua tibia, el de niños es una buena recomendación. Así se eliminan las bacterias, pero cuidado, no haga que se pierdan cerdas, por lo que intente no presionar la cabeza de la brocha hacia abajo.
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Por el lado de las brochas con pelos sintéticos, estas pueden ser lavadas con productos más fuertes, como jabón líquido para lavar los platos, solo procure enjuagar bien, para que no quede ningún residuo de producto en ellas.
Una buena técnica de lavado es poner la cabeza del pincel sobre la palma de la mano, masajee suavemente, paras las grandes, ponga la cabeza en dirección hacia debajo de la palma, para las pequeñas ponga limpiador sobre su palma y masajee suavemente las cerdas. No olvide aclarar con abundante agua.
Coombes dice que para secar se debe, “una vez aclaradas, escurre suavemente el agua, envuélvelas en papel de cocina y aprieta despacio”. La virola, que es la base de metal de la brocha, siempre debe quedar seca, esto hará que la vida útil de este instrumento se prolongue, porque si queda húmeda, las cerdas se despegarán poco a poco.
