Comprar ropa siempre es agradable. Sobre todo a las mujeres, grandes, jóvenes, mayores o chicas les encanta. Y aunque algunas guardan lo comprado esperando la mejor ocasión, a otras les gusta estrenar enseguida. Especialmente para ese grupo que no espera para usar la ropa nueva va esta recomendación: la ropa nueva hay que lavarla siempre antes de usarla.
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Resulta que varios estudios han demostrado que la ropa nueva tiene muchas probabilidades de que tenga bacterias fecales. Un informe publicado por la Universidad de Nueva York dice que esto se debe a la gran cantidad de veces que los clientes se prueban la ropa, que además está expuesta en los escaparates de los almacenes por varios días o semanas.
Cuando alguien se mide un pantalón, no sabemos en que condiciones está la persona que se lo midió antes: si se ha lavado las manos, si esa persona está limpia o cuáles son los cuidados que tiene en su higiene personal; no sabemos siquiera si tiene alguna enfermedad, que incluso podría estar en la piel y hasta ser contagiosa. Tantas son las posibilidades que lo mejor es lavar la ropa nueva, que aunque sea nueva para el que compra, obviamente no lo es tanto por todos los que se la han puesto ya.
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Son cientos de personas que podrían haberse probado esa ropa antes de que usted la compre. Los gérmenes y las bacterias pueden venir también de la boca, de la piel o incluso el ano, dijo Philip Tierno, el responsable del informe que publicó la universidad.
Entre esas bacterias y gérmenes puede haber presencia de estafilococos, estreptococos y nolovirus. Así es que no lavar todas esa ropa recién comprada pero ya "usadas" por muchas personas ante de usted, podría provocarle cualquier tipo de enfermedades, desde piojos y hongos hasta infecciones.
