La isla española de La Palma amaneció este miércoles con un terremoto de magnitud 4,9, uno de los más potentes desde el inicio de la erupción volcánica en la zona montañosa de Cumbre Vieja, que ya acumula 45 días emitiendo lava.
Según informó el Instituto Geográfico Nacional (IGN), a primera hora de este miércoles (07:27 hora local) se registró un terremoto de magnitud 4,9 a una profundidad de 36 kilómetros.
Aunque el sismo se localizó en el sur de La Palma, el movimiento de tierra pudo notarse en toda la isla e incluso en otras del archipiélago canario, como Tenerife y La Gomera. En total, a lo largo de la noche se registraron 41 movimientos sísmicos, incluyendo otro de magnitud 4 que también pudo sentirse en varios puntos de La Palma.
Según los últimos datos proporcionados gracias al mapeo por satélite de Copérnico, el sistema de emergencias de la Unión Europea, la lava que brota del volcán ya cubrió 997 hectáreas de terreno desde el inicio de la erupción, destrozando 2.613 edificaciones a su paso.
No obstante, en estos momentos el principal foco de preocupación para las autoridades no es la emisión de lava sino la calidad del aire, debido al elevado nivel de emisión de cenizas y gases, que obligó a suspender la actividad lectiva en varios municipios.
"La presencia de una acusada inversión térmica y vientos flojos con predominio de brisas en vertiente oeste constituyen condiciones desfavorables para la calidad del aire", señala un informe del Departamento de Seguridad Nacional español.
La calidad de aire se considera adecuada si la presencia de partículas PM10 es inferior a 20 microgramos por metro cúbico de aire, y en los últimos análisis realizados durante la jornada del martes se registraron concentraciones por encima de 151, lo que se considera extremadamente desfavorable.
Por ello, el Gobierno de Canarias emitió una declaración pidiendo extremar las medidas de precaución, consistentes en el uso de mascarilla y evitar salir a la calle siempre que sea posible.