
La Casa Blanca ha revelado este lunes el plan más ambicioso del presidente Donald Trump para intentar poner fin a la guerra en Gaza. Se trata de una hoja de ruta de 20 puntos, presentada al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que mezcla compromisos de seguridad, promesas económicas y una inédita arquitectura política regional.
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Una propuesta en el centro de la transición
Con un discurso directo, Trump situó a su Administración como garante de un futuro “sin armas ni facciones” en el enclave palestino. El mandatario aseguró que la liberación inmediata de los rehenes en manos de Hamás es la condición inicial para activar el acuerdo.
Uno de los apartados más delicados es el canje de prisioneros: dentro de las 72 horas posteriores a la aceptación israelí, todos los rehenes, vivos o muertos, deberán ser devueltos. A cambio, Israel liberaría a 250 presos condenados a cadena perpetua y a 1.700 gazatíes detenidos tras el inicio de la guerra en 2023.
Netanyahu en Washington
La reunión clave se produjo este 29 de septiembre en la Casa Blanca, donde Netanyahu debía dar respuesta a la propuesta. Sin embargo, su Gobierno enfrenta tensiones internas. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, marcó seis “líneas rojas”, entre ellas el rechazo absoluto a la creación de un Estado palestino.
Mientras tanto, el Ejército israelí intensificó sus ataques en la Franja, dejando al menos 50 palestinos muertos en 24 horas, lo que eleva la presión sobre cualquier negociación.

Los 20 puntos del plan
Entre los elementos centrales destacan:
- Alto el fuego inmediato con suspensión de bombardeos.
- Liberación total de rehenes en 72 horas.
- Salida segura de líderes de Hamás hacia terceros países.
- Creación de un Gobierno transitorio tecnocrático para Gaza, supervisado por un Consejo de Paz presidido por Trump y con participación del ex primer ministro británico Tony Blair.
- Lanzamiento de un plan económico de reconstrucción, que incluye una zona de desarrollo especial y grandes inversiones internacionales.
- Desmilitarización de Gaza bajo observadores internacionales.
- Proyección a largo plazo de un camino hacia la autodeterminación palestina.
Trump insistió en que, si Hamás rechaza la propuesta, Israel tendrá respaldo total de Washington “para terminar la tarea de destruir la amenaza”.
Reacciones y críticas
El plan ha generado controversia inmediata. Mientras Netanyahu celebró que la iniciativa garantiza que “Gaza no volverá a ser un peligro para Israel”, desde Hamás aseguraron no haber recibido oficialmente el documento y rechazaron su exigencia de desarme total. “Las armas de la resistencia están ligadas a la ocupación”, señaló el portavoz Taher al Nono.
Organizaciones internacionales también cuestionaron la falta de referencias directas a las víctimas palestinas. En casi dos años de guerra, más de 66.000 gazatíes han muerto, la mayoría civiles, y Naciones Unidas ha declarado una hambruna en el norte del enclave.
Una paz en suspenso
Aunque Trump definió la propuesta como “histórica”, persisten dudas sobre su viabilidad. El texto no garantiza la retirada completa del ejército israelí, que podría mantener una zona de seguridad indefinida dentro de Gaza.
El reto, ahora, será convencer a todas las partes —Israel, Hamás y la comunidad internacional— de que este plan puede ser algo más que un nuevo intento fallido en la larga historia de la región.