El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, fue dejado en libertad tras pagar una fianza de 300.000 euros. Sin embargo, no podrá salir de España, ya que su pasaporte le fue retirado y deberá presentarse cuando las autoridades se lo requieran.
El dirigente, que fue detenido el pasado 19 de julio, quedó en libertada después de que el juez Santiago Pedraz atendió las peticiones de sus abogados. Además, su hijo, Gorka Villar y el exvicepresidente económico de la RFEF, Juan Padrón, también quedaron libres después de cancelar 150.000 euros y 300.000 euros respectivamente.
Para conseguir la libertad, además, deben comprometerse a estar localizables vía teléfono móvil a cualquier hora del día y comparecer semanalmente en el juzgado mientras se adelantan las pesquisas judiciales.
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La investigación, iniciada en 2016 tras una denuncia formulada por el Consejo Superior de Deportes, apunta a que el vicepresidente económico de la RFEF se habría excedido en sus facultades de administración del patrimonio de la institución causando perjuicio a la misma.
Según la información ofrecida por la Guardia Civil, el encargado del área económica habría favorecido la contratación de sociedades que pudieron revertir a los detenidos un “beneficio propio” en forma de “contraprestación económica”.
Cabe recordar que en cuanto a los detenidos en la Federación Tinerfeña de Fútbol, las autoridades apuntan que se llevó a cabo una “continuada apropiación de fondos” que eran trasladados desde la institución a una sociedad gestionada por los detenidos.
