Según cifras oficiales, las capturas en el mar desembarcadas en puertos colombianos ascienden anualmente a cerca de 100 mil toneladas y suministran empleo directo o indirecto a unas 37 mil personas. Se estima que el 80 % proviene de aguas del Pacífico colombiano.
Así lo expresó Juan Manuel Díaz, profesor asociado del Departamento de Geografía de la U.N. El docente e investigador sostiene que la sobreexplotación de los recursos pesqueros tiene en peligro de extinción a numerosas especies en el Pacífico colombiano. Además del camarón, la piangua, el atún y el pargo están reduciendo sus poblaciones. De ahí que para el año 2030 sería incierto el estimado de consumo pesquero, calculado en 11 kg por colombiano.
El problema no es sólo de los océanos. El experto advierte que, ante la mirada pasiva de las autoridades regionales, en el río Atrato han desaparecido o están en vías de extinción especies como la boquiancha, el sábalo, el tabuche, la doncella, el barbudo, el charre, la sardina pecho con pecho, el rojizo y la mojarra negra.
Camarón que se duerme
La producción de camarón alcanzó los 3,4 millones de toneladas en el 2005, evaluadas comercialmente en 14 mil millones de dólares, esto representa el 17 % del valor económico de la pesca global.
En el Pacífico colombiano dos tipos de flotas pesqueras lo explotan: la de Camarón de Aguas Someras (CAS) y la de Camarón de Aguas Profundas (CAP). Incluso lo extraen entre los 40 y 400 metros de profundidad.
Una embarcación de CAP realiza seis arrastres diarios, cada uno con una duración promedio de tres horas, durante 35 días que componen una jornada, lo que se repite cinco veces al año.
“Estas pesqueras enfrentan problemas que amenazan la biodiversidad marina, el desempeño social y económico del sector”, explica el científico Díaz, puesto que los procedimientos de extracción resultan destructivos para la fauna y la flora de estos ecosistemas.
Según el biólogo, la situación actual de la dinámica de pesca en el Pacífico demanda el diseño e implementación de medidas complementarias como vedas y cuotas, para garantizar el sustento a las personas que tradicionalmente dependen de este oficio.
“La creciente tensión entre pescadores artesanales e industriales, sumada a la frecuente ocurrencia de fenómenos ambientales, suponen que pese a ser un recurso renovable, no es infinito”, observó el profesor Díaz, quien hace un llamado urgente para la adopción de normas y estrategias que garanticen la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades costeras.
Fuente: Agencia de noticias de la Universidad Nacional
Camarón, atún y pargo del Pacífico colombiano cerca de la extinción
Mar, 28/10/2014 - 05:46
Según cifras oficiales, las capturas en el mar desembarcadas en puertos colombianos ascienden anualmente a cerca de 100 mil toneladas y suministran empleo directo o indirecto a unas 37 mil personas.