El mejor tratamiento médico para una niña escocesa es la Coca-Cola. Así lo descubrió Amanda, su mamá.
Ami Rose, quien padece una enfermedad congénita mortal en los sistemas respiratorio y digestivo, no tiene el esófago pegado al estómago sino a los pulmones. Según el portal RT, el bolo alimenticio no pasa por la zona correcta y eso provoca una fuerte tos. A veces trozos de comida se pegan en la garganta y obstaculizan el ingreso de aire. Por esta razón, la niña ha sido llevada en varias ocasiones al hospital con señales de asfixia.
La Coca-Cola se convirtió en una especie de medicamento vital un día cualquiera. Todo sucedió cuando la niña se atoró al punto de perder el conocimiento. Como última opción, la mamá le dio a beber una gaseosa que tenía cerca. Minutos después, la menor se recuperó.
"Antes había oído de las propiedades beneficiosas de la gaseosa para disolver el alimento y acabar con su obstrucción. Pero mi decisión fue más que nada una acción desesperada", asegura Amanda.
