La Fiscalía General de la Nación declaró como crimen de guerra el asesinato de los dos periodistas del diario El Espectador, ocurrida el 24 de abril de 1991.
Según manifestó el ente investigador, los periodistas Julio Daniel Chaparro Hurtado y Jorge Enrique Torres, viajaron hasta municipio de Segovia, nordeste del departamento de Antioquia, con el objetivo de recolectar información para sus trabajos, sobre la masacre que días antes se había registrado en esa localidad, la cual fue perpetrada por un grupo paramilitar, comandado por Fidel Castaño Gil.
Pero a pocas horas de haber llegado al lugar, los dos periodistas fueron atacados con armas de fuego, por parte de hombres desconocidos que se movilizaban en un vehículo, lo cual produjo la muerte de estas dos personas de manera instantánea.
Las respectivas investigaciones adelantadas ante este caso, permitieron establecer que la muerte de los dos periodistas, fue ordenada desde la ciudad de Bogotá, por hombres pertenecientes al Ejército de Liberación Nacional (ELN).
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"Tal afirmación fue confirmada por Joaquín Julio Lezcano y Ramiro Alonso Madrid Lezcano, quienes como milicianos de esa guerrilla fueron los encargados de coordinar el operativo. A ellos se sumaron Magda Cecilia Castellanos Ruiz y William de Jesús Castrillón Sánchez a quienes se les delegó la responsabilidad de hacer efectivos los asesinatos", señaló el ente investigador en un comunicado.
En sentido, la Fiscalía General de la Nación, estos dos periodistas, eran civiles y no participaban en el conflicto armado, por lo que hizo alusión a los tratados internacionales adoptados por el estado colombiano, por cual consideró aplicable las normas del Derecho Internacional Humanitario. ante este caso.
Con esta declaración la investigación no podrá prescribir, es decir, que no se vencerá en el tiempo.
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