Este lunes el Gobierno estadounidense levantó la restricción de ingreso de refugiados de 11 países sobre los que pesaba una prohibición desde hace 94 días. Los refugiados a los que se abrirían las puertas vendrían de países como: Egipto, Irán, Irak, Libia, Malí, Corea del Norte, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Siria y Yemen.
Aunque se levanta esta restricción, desde la Casa Blanca se decretó mayor intensidad en los controles para aquellos que deseen ingresar, con el fin de garantizar la seguridad de la Nación.
Kirstjen Nielsen, de Seguridad Nacional explicó que estas medidas de seguridad adicionales "dificultarán que los malos actores exploten nuestro programa de refugiados y se asegurarán de que adoptemos un enfoque más basado en el riesgo para proteger la Nación (..) Es sumamente importante que sepamos quién ingresa a Estados Unidos" agregó.
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Desde octubre del año pasado Estados Unidos autorizó nuevamente el ingreso de refugiados al país, no obstante, quedaron por fuera 11 naciones que pasaban por un análisis "en profundidad" para evaluar su situación. Dicho estudio que duró más de 90 días terminó con la decisión de dar ingreso a países que aún no identificados.
Grupos de defensa de derechos de los refugiados indicaron que la lista la podría completar Egipto, Irán, Irak, Libia, Mali, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Siria y Yemen. "La lista no tiene nada que ver con la religión mayoritaria de esos países, sino con el riesgo que suponen para nuestra nación", aseguraron las mismas fuentes desde la Administración.
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El departamento liderado por Nielsen aseguró que además de las ya estrictas comprobaciones de identidad, los originarios de estos 11 países deberán pasar una evaluación adicional, de la que no se ofrecieron más detalles.
Finalmente, se consideró que que se debe hacer una revisión y actualización cada seis meses de la lista de países "de alto riesgo" y de los criterios de selección.
