
Desde que se anunció que Hassan Nassar era el reemplazo de Vicky Dávila en la dirección del noticiero de La FM, su nombre ha sido tendencia en Twitter. Una cosa es clara: el periodista rolo, con padre paisa y abuelo palestino, genera amores y odios.
En la red social lo felicitan por su estilo: fresco e innovador, pero lo cuestionan - y mucho - por su cercanía ideológica con el senador del Centro Democrático, Álvaro Uibe Vélez.
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En un diálogo que Hassan tuvo en febrero de 2015 con KienyKe.com, se refirió a ese tema por el que hoy es criticado en redes sociales. ¿Es uribista?, se le preguntó. La respuesta fue curiosa.
"Yo defiendo muchas tesis de Álvaro Uribe y lo digo abiertamente, pero no soy miembro del Centro Democrático ni veo sólo por los ojos de Uribe. ¿Qué uribista vota a la presidencia por Gustavo Petro, como lo hice yo? Comparto con él mucha visión de país en varios temas, pero también encuentro muchos defectos y errores, como lo de los falsos positivos o la persecución a los periodistas". Lea la nota completa: El mechudo que hace magia con la televisión de opinión
En esa entrevista con KienyKe.com, el nuevo director e La FM, criticó la postura en política internacional que tuvo el expresidente durante su periodo de gobierno.
"Tampoco comparto con él la gran mayoría de temas de agenda internacional; no sé cómo Uribe respaldó la invasión a Irak, ni cómo tiene los ojos cerrados en apoyo absoluto a Israel, sabiendo lo que pasa con el pueblo palestino", señaló.
En esa oportunidad, el periodista que quería ser abogado y alcanzó a estudiar tres años de derecho en la Universidad Externado de Colombia, habló de libertad de expresión y medios de comunicación, un tema que está en el ambiente por cuenta de la salida de su antigua jefe, Vicky Dávila.
Se sintió censurado durante su paso por Cable Noticias, canal en el que estuvo al frente del programa 360º.
"Hice muchos programas sobre el tema de política exterior colombiana y su manejo por la Cancillería, en especial por el fiasco que fue la defensa de Colombia en el litigio con Nicaragua. Uno de los dueños del canal es amigo de la canciller y me pidió, varias veces, que “limara” mis asperezas con la ella (María Ángela Holguín). Me tocó hasta reunirme en una comida privada con la Canciller, y ahí aclaré que no era un tema personal, sino que tenía reparos por el manejo político de temas como el de Nicaragua, o la falta de reconocimiento a Palestina.
-Pero la molestia no la sentía solo la canciller, sino el presidente Juan Manuel Santos…
Sabía que al presidente no le gustaba que yo fuera tan contradictor ni crítico del gobierno en el programa. Tuvimos grandes debates sobre eventos como la carrera presidencial de 2014 y el nacimiento del proceso de paz. Siempre abrimos el espacio para que fueran miembros del gobierno a participar en el debate, pero no aceptaban la invitación. Yo cumplo con invitar al presidente Santos 20 mil veces, o a Gustavo Petro 30 mil veces; pero yo no puedo obligarlos a ir. Mi labor, en el marco del pluralismo, es invitarlos y decirles: la mesa siempre está abierta. Que ellos decidan no ir, es distinto.
-¿Qué motivó su renuncia?
Descubrí que yo no tenía total autonomía. Si una directiva del canal me dice: “haga un programa sobre el litigio con Nicaragua, pero no traiga a los críticos de la Cancillería”, pues yo no puedo hacerlo.
-Entonces, ¿usted fue víctima de censura?
Llegó un punto crítico. El dueño del canal (Tobías Carrero) me empezó a hacer críticas directas por mis opiniones personales en Twitter. Me decía: ¿usted por qué ataca al presidente o dice esto del presidente? Yo le decía: mi cuenta personal de Twitter no es de su incumbencia, ni la de nadie. Si usted tiene críticas sobre mi trabajo frente al programa, las debatimos todas; pero no lo voy a permitir que me cuestione lo que opino en mi cuenta personal de Twitter.
-Y la vez que se rebosó la copa, ¿cuál fue?
La última vez fue incómoda, porque me paré de la mesa en un restaurante en el que estábamos. Y al día siguiente que pasó eso, el programa perdió las repeticiones. Yo dije: esto es tema de rivalidad que no va a tener solución. Decidí renunciar.
-Entonces no fue solo un inconveniente aislado…
Yo me pregunto, ¿por qué el presidente sí fue al canal, pero siempre pidió que yo no lo entrevistara? No quiso ir al debate presidencial que organizamos, y lo invitamos. Si él quería ir o no, eso era problema de él, pero yo no podía no hacer el programa para no molestarlo. También hubo ampollas cuando tratábamos el tema minero. Pacific Rubiales tenía acciones en Cable Noticias, y si yo invitaba a los senadores Luis Fernando Velasco o Jorge Robledo había molestias y me pedían no volverlos a invitar. Eso es censura.
Para Hassan esa fue la peor experiencia que tenido en su paso por los medios de comunicación.
"Sentí algo que un periodista nunca debe sentir, y que a un periodista jamás se le debe insinuar: callarse. Y a un periodista no se le debe decir que si va a hablar de determinado tema no puede invitar a tal persona, o no puede opinar. Eso, en el periodismo, es indignante", dijo.
En su inicio en los medios de comunicación tuvo que ver mucho Claudia Gurisatti, directora de Noticias RCN y periodista a la que también se le cuestiona por su cercanía con Álvaro Uribe Vélez.
Cuando iba a debutar como presentador (en Zoom a la Noticia) los encargados de la imagen del canal le pidieron peinarse y cortarse el cabello. “Pero de inmediato llegó una orden directa de Claudia Gurisatti: ‘ni me le corten el pelo, ni me lo peinen; déjelo que salga como es él, no lo formateen’”. Su look quedó resguardado como un tótem para el programa: El hombre de los rizos castaños que revolucionaría la televisión de opinión por cable.
“Soy de esas personalidades en televisión que genero amores y odios, y es normal. Uno tiene posturas muy definidas y eso hace que le agrade a algunos y a otros no. Los que aprecian mi estilo celebran que tenga el pelo largo; y los que no me dicen: usted tiene pinta de marihuanero y drogadicto”, sostiene.
‘Zoom a la Noticia’ se convirtió en referente entre los shows de análisis de política internacional. Hassan relata lo que significó dirigir un espacio en elprime time: “Cuando cogí las riendas del programa, no dimensioné el impacto real que tenía. NTN24 contaba con una audiencia tan grande en Latinoamérica, y cuando empecé en Zoom me di cuenta que lo veían mucho en Venezuela, Ecuador, Argentina, Centroamérica y Estados Unidos. Y que teníamos la misma calidad de invitados como los que conseguía CNN”.
