En carta enviada al Centro Democrático con fecha del 20 de diciembre pasado, el excomisionado de paz, Luis Carlos Restrepo pidió replantear la posición del uribismo frente al proceso de paz con las Farc.
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El exfuncionario puntualmente señaló que se no se debe criticar la decisión de las Farc del cese unilateral del fuego. “Criticar su decisión (Farc) de cese unilateral como una trampa, o advertir de su intento por inmovilizar a la fuerza pública, no cambia la realidad de los hechos. El proceso con este grupo armado ilegal ha tomado una dinámica que puede desembocar en cambios profundos en la estructura política de Colombia”, dice la carta.
Según dijo Restrepo en la misiva “Si hemos pedido (Centro Democrático) como condición básica para apoyar el diálogo con los grupos armados ilegales el cese de acciones violentas, no es sensato quedarse al margen cuando las Farc lo anuncian. Lo adecuado es participar desde el espacio ciudadano en el monitoreo y verificación de lo prometido, denunciando incumplimientos y proponiendo correctivos cuando sea necesario”.
De igual manera, el excomisionado de paz le sugirió a su partido político asumir frente al proceso de paz una posición activa que vaya más allá de la simple crítica.
Sin embargo, parecer ser que la posición que pide asumir al uribismo Restrepo frente a las Farc, es por el interés de una posible asamblea constituyente que pueda exigir el grupo subversivo una vez se firme la paz.
“Para que los hechos políticos que se avecinan no nos desborden, debemos propiciar la discusión sobre la conveniencia o no de una eventual constituyente. El gobierno no toca el tema y prefiere mirar para otro lado, pero moverá sus mayorías en el Congreso para convocarla, si como es de esperar las Farc la exigen como requisito para una terminación exitosa del diálogo”, expone en la carta.
En varias oportunidades el presidente Juan Manuel Santos se ha opuesto a la posibilidad de convocar una asamblea constituyente para avalar los acuerdos firmados en La Habana, al criticar que allí se pueden colar cualquier cantidad de reformas al Estado que no se hayan pactado. El Gobierno siempre ha insistido en convocar un referendo en el que se pregunte simplemente a la ciudadanía si apoya o no lo pactado con las Farc.
