El proyecto del Pedraplén de Playetas, que busca conectar esta comunidad con la Isla Barú, tiene en alerta a la Procuraduría General de la Nación y las autoridades de Cartagena. Ante la amenaza de colapso ambiental de otro balneario en la zona costera, se busca tomar medidas de protección para la zona insular de Barú y El Rosario, teniendo en cuenta que la construcción de la vía aumentó significativamente el número de turistas.
Esta zona tiene capacidad para recibir 50 visitantes diarios, pero con la nueva vía para desplazarse hacia Barú, está recibiendo 400 personas por día. Esto genera preocupación por parte del procurador delegado para asuntos ambientales, Gilberto Blanco Zúñiga, quien advirtió los riesgos ambientales de salud y seguridad que esto podría generar. Se teme que termine por convertirse en un remedio peor que la enfermedad debido a los antecedentes de lo ocurrido en Playa blanca, en este mismo sector insular. Esto es algo que quieren y deben evitar muchos entes, entre esos el Distrito, que está preocupado por el asunto.
La alerta fue enviada al Ministro de Industria, Comercio y Turismo, al Alcalde Cartagena, a la directora de Parques Nacionales Naturales, a la Agencia Nacional de Tierras, al Director General DIMAR, al Director Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique y al Comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena.
El Gobernador de Bolívar, Dumek Turbay, propone la creación de una brigada élite que vigile el sector y así evitar la sobrepoblación y explotación de la zona. “Por supuesto que el pedraplén genera un nuevo reto y un desafío para la autoridad, puesto que la zona se vuelve atractiva para los invasores, los bandidos y los amigos del caos. Es por eso que pedimos la ayuda de las autoridades llámese Dimar, Parques Naturales, Policía Nacional, Alcaldía, para que nos ayuden a solucionar el problema”, dijo el mandatario bolivariense.
El pedraplén de Playetas es una obra que tiene una estructura de 1.190 metros de longitud y que solucionaría el problema de la grave erosión costera que se registra en esta zona garantizando la comunicación terrestre para los habitantes de Barú. Con esto se busca una solución definitiva a un problema de movilidad que lleva más de 30 años sin resolver.
Para evitar saturación de desechos, invasión de predios y afectación de flora y fauna, la Procuraduría sugiere la construcción de un CAI ambiental porque la presencia policial es escasa en el área insular y las condiciones de la estación son precarias. Las autoridades marítimas, sanitarias, ambientales y turísticas preparan una visita a Playa Libre para aplicar correctivos
