La noche del 25 de febrero pasado, una patrulla de policía del condado de York, Carolina del Norte, ordenó a un vehículo detenerse debido a que su placa estaba vencida. Una vez estacionó su camioneta, el chofer descendió en el oscuro y al intentar sacar el bastón del carro, fue blanco de seis disparos. Afortunadamente solo uno de ellos logró alcanzarlo.
La víctima, Bobby Canipe, un veterano de la guerra de Vietnam que regresaba a casa después de un viaje a la Florida. El victimario, Terrance Knox, policía actualmente separado de su cargo.
Knox tiene a su favor el hecho de que la costumbre en Estados Unidos es que, en casos como este, el chofer debe permanecer dentro del automóvil y con las manos puestas en el timón hasta que el policía se lo indique. Sin embargo, esta conducta no está establecida en norma alguna. En el video, captado por la cámara instalada en el carro de policía y publicado la semana pasada, se alcanza a oír cuando el policía le grita al chofer que permanezca dentro del carro. En ese momento el hombre saca su bastón, que Knox confunde con un fusil. Después de disparar el policía ordena que suelte el arma, a lo cual el anciano responde que se trata de su bastón. Knox auxilia al herido y, llorando, le increpa por qué bajó del carro. El policía es consolado por colegas, quienes le dicen que ellos hubieran hecho lo mismo en esas circunstancias.
Canipe fue llevado a la clínica y pronto fue dado de alta.
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