
La plenaria del Senado de Colombia vivió el pasado miércoles 14 de mayo un momento político clave en la administración del presidente Gustavo Petro, al votar la convocatoria de una consulta popular sobre su ambiciosa reforma laboral, hundida en marzo pasado en comisión.
Aunque el Gobierno esperaba revivirla por medio de este mecanismo democrático, la votación no favoreció al Ejecutivo: la consulta fue negada por una estrecha diferencia de votos, generando controversia, acusaciones de fraude y un agitado debate público.
¿Qué se votaba?
La consulta popular, propuesta por el presidente Petro, pretendía someter a decisión de los ciudadanos una serie de puntos clave de su reforma laboral, orientada a fortalecer los derechos de los trabajadores, regular la tercerización y limitar los contratos temporales.
Sin embargo, tras ser archivada en la Comisión Séptima del Senado, el Gobierno optó por acudir al mecanismo de consulta, el cual requería una mayoría simple para ser aprobado en plenaria.
El resultado: 49 senadores hundieron la consulta
La Secretaría General del Senado publicó el acta oficial que ratifica el resultado: 96 votos en total, de los cuales 47 fueron a favor del sí y 49 por el no, suficiente para negar la convocatoria.
A pesar de la estrechez en la diferencia, el resultado fue concluyente. Incluso votos que inicialmente habían sido cuestionados, como el del senador Édgar Díaz Contreras, fueron verificados. Díaz aclaró públicamente que su voto fue negativo desde el principio, contradiciendo las acusaciones de manipulación señaladas por el ex presidente de la Cámara, David Racero, y otros miembros del Pacto Histórico.
¿Quiénes votaron por el “Sí”?
Los votos favorables provinieron principalmente de senadores de la coalición oficialista, como Pacto Histórico, Alianza Verde, Comunes, y sectores del Partido Liberal y Partido de la U.
Entre los senadores que respaldaron la consulta están:
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Iván Cepeda (Pacto Histórico - Polo Democrático),
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María José Pizarro (MAIS),
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Pedro Flórez (Colombia Humana),
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Isabel Cristina Zuleta (Colombia Humana),
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Ariel Ávila (Alianza Verde),
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Carlos Benavides (Polo Democrático),
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Fabio Amín (Partido Liberal),
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José David Name (Partido de la U).
En total, 47 senadores respaldaron la propuesta del Gobierno, defendiendo el derecho del pueblo a pronunciarse directamente sobre una de las reformas sociales más importantes del mandato de Petro.
¿Quiénes votaron por el “No”?
Los votos en contra provinieron, en su mayoría, de los partidos de oposición y sectores conservadores. El Centro Democrático, el Partido Conservador, Cambio Radical, y algunos miembros del Partido Liberal y del Partido de la U, formaron un bloque mayoritario que impidió la realización de la consulta.
Algunos de los senadores que votaron en contra incluyen:
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María Fernanda Cabal (Centro Democrático),
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Paloma Valencia (Centro Democrático),
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Carlos Meisel (Centro Democrático),
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Carlos Abraham Jiménez (Cambio Radical),
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Esperanza Andrade (Conservador),
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Oscar Barreto (Conservador),
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Karina Espinosa (Partido Liberal),
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Miguel Ángel Pinto (Partido Liberal).
Controversia y denuncias de fraude
Tras conocerse el resultado, surgieron denuncias desde el oficialismo que sugirieron irregularidades en el conteo de votos, alegando que algunos sufragios a favor del "Sí" no fueron correctamente registrados.
Estas versiones fueron rápidamente desmentidas por la Secretaría del Senado, que certificó la validez de los 96 votos, incluyendo aquellos que fueron emitidos de manera manual.
El senador Edgar Díaz, señalado inicialmente por supuestamente haber cambiado su voto, confirmó que siempre votó “No”, desmintiendo las acusaciones del ministro del Interior, Armando Benedetti, quien respaldaba la teoría de un posible fraude.
Por otro lado de la bancada del Gobierno Petro, dos senadores progresistas no alcanzaron a votar, la senadora Martha Peralta y Richard Fuelantala quienes no se encontraban en el reciento en el momento de la votación, algo que causó polémica y malestar.
Cabe destacar que en el caso de la senadora Wayúu del Pacto Histórico, detalló que interpuso una tutela para defender sus derechos como congresista, entre ellos el derecho al voto, al debido proceso en el trámite legislativo y a la participación política.
La senadora aseguró que el procedimiento parlamentario fue irregular, y acusó directamente a sectores de la oposición de haber utilizado “jugaditas” para impedir su participación y la de otros legisladores cercanos al Gobierno en el proceso de votación.
Un revés político para Petro
Este episodio representa un golpe político para el presidente Petro, quien confiaba en llevar su reforma laboral directamente al pueblo, sorteando los bloqueos en el Congreso. La derrota legislativa no solo frustra una de las principales banderas de su agenda progresista, sino que también refleja el difícil equilibrio de fuerzas en el Senado, donde los sectores conservadores mantienen una posición dominante.
Con la consulta hundida, el futuro de la reforma laboral vuelve a ser incierto, y el Gobierno deberá buscar nuevos caminos si quiere mantenerla viva. Entretanto, la polarización y la tensión institucional crecen en un país donde el debate sobre las transformaciones sociales se libra tanto en la calle como en el recinto parlamentario.