
El concejal de Bogotá, Daniel Briceño, lanzó fuertes críticas contra la influenciadora Laura Daniela Beltrán, conocida como "Lalis", al señalar su cuestionada trayectoria en cargos públicos y su actual vinculación con la Cancillería.
En entrevista concedida a Kienyke.com, Briceño denunció lo que considera una estrategia del gobierno Petro para premiar a influenciadores cercanos a su agenda política con cargos en entidades técnicas, a pesar de su presunta falta de preparación.
"Los cuestionamientos hacia Lalis vienen desde el inicio. Sorprendentemente, una persona... puede ser influenciador, pero creo que deben actuar con ética", aseguró Briceño, al criticar que ciertos influenciadores "reciben recursos públicos para atacar, para matoneo y para peleas de carácter político".
El papel de Lalis en entidades técnicas
Briceño llamó la atención sobre la carrera pública de Beltrán, quien ha pasado por entidades como Colombia Compra Eficiente y la Superintendencia de Industria y Comercio. “Primero estuvo en Colombia Compra Eficiente, una entidad 100% técnica... ¿qué tiene que hacer allá ella?”, cuestionó el concejal, señalando que su perfil no encajaría con las exigencias técnicas de dichas instituciones.
El punto más polémico ha sido su llegada a la Cancillería, una entidad que según Briceño requiere personal altamente calificado en relaciones exteriores y comunicación internacional. “Hay gente que se forma durante años… eso no se aprende del día a la mañana”, afirmó, al expresar su preocupación por la tecnificación de la diplomacia colombiana.
Además, arremetió contra la canciller Laura Sarabia, quien defendió la contratación de Beltrán asegurando que es una “gran profesional” y “magíster”. No obstante, Briceño puso en duda dicha titulación: “Hace un mes y medio entregó una hoja de vida a la Cancillería, y la maestría no existe dentro de esa hoja de vida. ¿Se está inventando una maestría?”.
Denuncia de dedocracia y “pagos políticos”
Para el concejal, el caso de Lalis no es aislado, sino parte de un patrón. Citó también el nombramiento del influenciador Álvaro Moisés como embajador en México, quien según Briceño habría accedido al cargo solo con “un certificado de asistencia a un modelo de la ONU en la Universidad de La Sabana”.
“Aquí hay un evidente favorecimiento sobre un grupo de personas que se han dedicado a atacar, a defender, a difundir muchas veces mentiras, fake news… este es el pago que les da Gustavo Petro”, acusó Briceño, quien califica esta política como un intento por disfrazar la dedocracia con un manto de meritocracia.
El concejal fue aún más enfático al calificar esta estrategia como una “guerra de carácter cognitivo” financiada por el gobierno nacional para posicionar su narrativa en redes sociales. Según él, no se trata de influenciadores que generen valor público, sino de perfiles que operan con agresividad y desinformación.
“Se trata de una guerra... personajes con alta influencia en redes sociales que no generan nada positivo, sino cosas negativas, para que el gobierno haga presencia en las redes de cara al tema electoral”, concluyó.
¿Qué responde el gobierno?
Hasta el momento, la Cancillería no ha emitido una respuesta oficial a los señalamientos del concejal. Laura Sarabia ha defendido públicamente a Beltrán, pero persisten las dudas sobre los méritos de su nombramiento y la supuesta maestría.
Este debate reabre la discusión sobre el uso político de los cargos públicos, el respeto por la carrera diplomática y el rol de los influenciadores digitales en la esfera estatal. Mientras tanto, la figura de “Lalis” sigue siendo símbolo de la polémica relación entre redes sociales y poder institucional en la era Petro.