Una decisión histórica se tomó en Escocia. Más de 3.6 millones de ciudadanos, el 84% de participación, acudió a las urnas para votar si decidían independizarse o no del Reino Unido.
Los resultados oficiales muestran que ganó el "No" a la pregunta: ¿Debe Escocia ser un país independiente?. El rechazo a la escisión obtuvo 2.001.926 votos, consiguiendo el 55%, mientras que el "Sí" a la independencia obtuvo 1.617.989 votos, el 45%.
Fueron diez puntos de diferencia logrados por el "No" que se aseguraron por su victoria en 28 de los 32 distritos electorales de esta pequeña nación que seguirá siendo una dependencia política de Londres.
La participación durante la jornada del jueves fue masiva Los escoceses tuvieron 14 horas para acudir a las 5.579 mesas de votación habilitadas para el referendo.
Podían votar los mayores de 16 años. La histórica decisión es resultado de una lucha de antaño entre los unionistas (que buscan mantener intacto el Reino Unido) y los independentistas, que se sienten cansados de depender de las órdenes de Londres. Una promesa electoral de 2011 terminó por concretar la realización de una consulta democrática.
Lo que viene de ahora en adelante
La victoria del "No" no es del todo una derrota para los independentistas. Londres se ha comprometido a que, si Escocia sigue en Reino Unido, les darán nuevos poderes al parlamento de su nación, como autonomía en recaudación de impuestos, mayor decisión administrativa y hasta más voces respecto al Parlamento.
También se vendrá mayor libertad para el manejo de sus sistemas educativos, de salud, de justicia, vivienda y transporte. Las cuestiones de defensa, relaciones internacionales y políticas montarías seguirán siendo decididas en el Parlamento Británico.
Además, aunque la diferencia de resultados entre el "Sí" y el "No" haya sido de diez puntos, no es contundente ni avasalladora; esto le indicará a la Corona que tienen una región en el norte que –más adelante- podría volver a insistir en la independencia si no consigue privilegios y más autonomía, como hasta ahora se les ha prometido.
"Escocia decidió por mayoría en esta etapa no convertirse en país independiente; acepto el veredicto de la gente y le pido a toda Escocia que haga lo mismo", manifestó Alex Salmond, el principal líder independentista escocés, y sin duda uno de los líderes que más poder demostró en esta batalla.
Un alivio político
Reino Unido respiró tranquilo al ver que su unidad no sería desecha por la pérdida uno de sus septentrionales territorios. Escocia se considera un enclave con potencial petrolero y hubiera sido un tesoro grande el que perdería Londres.
También, una cuestión histórica de orgullo hubiera hecho sentir a los ingleses menos fuertes, divididos. El golpe político hubiera sido devastados para los conservadores en cabeza del Primer Ministro, David Cameron. ¿Quién quisiera con la historia de haber permitido una amputación en su territorio?
Justamente, el premier Cameron habló temprano en la mañana para celebrar su parcial victoria: "El pueblo escocés ha hablado y el resultado es claro. Las cuatro naciones de nuestro país se mantendrán juntas y -como millones de otras personas- estoy muy complacido. Me habría roto el corazón ver a nuestro Reino Unido llegando a su fin. Sé que este sentimiento es compartido por millones en nuestro país y todo el mundo, por lo que hemos logrado en el pasado y lo que podremos conseguir en el futuro", sostuvo.
Varios países en Europa también consiguieron alivio con este resultado. Existen otras regiones separatistas como los vascos o catalanes en España, Córcega en Francia y Flandes en Bélgica.
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La reacción de la Unión Europea vino por cuenta de José Manuel Barroso, presidente de la Comisión, quien declaró: "Me complace la decisión del pueblo escocés de mantener la unidad de Reino Unido. Este resultado bueno para una Europa unida, abierta y fuerte".
¿Y si hubiera ganado el "Sí"?
De haber triunfado el Sí, comenzará un arduo proceso de cambio institucional y negociaciones con el poder centralizado en Londres para concretar la independencia y conformación de un nuevo país.
La participación en el referendo fue superior al 84%, de acuerdo a los resultados oficiales.
El golpe será directo lo hubiera sufrido la actual conformación territorial del Reino Unido, que perdería 78 mil kilómetros cuadrados de su geografía.
El otro golpe, aunque no tan duro, sería para la Corona. Sin embargo, la propuesta de escindirse del Reino Unido no planteaba también emanciparse del Palacio de Buckingham. Los independentistas sugerían que –de ganar el sí-, la reina Isabel II debería seguir siendo la jefe del Estado de su nuevo país, tal como funciona con naciones como Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Escocia hubiera tenido que activar un nuevo banco central que le permita sacar su propia moneda, pues Inglaterra se negaba a mantener su divisa para los emancipados.
Además necesitaban iniciar negociaciones con la Unión Europea para conseguir su membresía lo más pronto posible; estar excluidos de la Eurozona les hubiera impedido tener las ventajas mercantiles y de tránsito que tienen sus miembros.
La fecha en la que se pensaba declarar la independencia de Escocia, el 24 de marzo de 2016, por el momento sólo habrá sido un anhelo de una parte de la nación.
Escocia decidió 'No' independizarse del Reino Unido
Jue, 18/09/2014 - 13:20
Una decisión histórica se tomó en Escocia. Más de 3.6 millones de ciudadanos, el 84% de participación, acudió a las urnas para votar si decidían independizarse o no del Reino Unido.
Los resu
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