A Guido Rodríguez la Fiscalía Especial de Cuentas le ha permitido palpar la corrupción en su máxima expresión en Panamá representada por el gobierno anterior en cabeza de Ricardo Martinelli, del que dice que hubo un “asociación ilícita para delinquir en cabeza del poder del Estado que hoy lo tiene está sentado en el banquillo de los acusados junto con prácticamente la mitad de su gabinete”.
Además de su profesión de abogado, carrera que estudió en la Universidad Javeriana en Colombia, ha ejercido el periodismo y eso le ha permitido tener una visión crítica frente al poder y a investigar con objetividad y ahondar en la raíz de los problemas que aquejan a su país.
Se inició como periodista a los 19 años y llegó a ser director de TVN del Canal 2, del diario Panamá América y también del periódico La Estrella, fue miembro de la Comisión Chapultepec de la Sociedad interamericana de Prensa, SIP, y miembro de la Comisión de Libertad de Prensa en calidad de vicepresidente regional para Panamá y entre 2006 y 2009 presidió el Comité de Ética del Consejo Nacional de periodismo del país.
Su trayectoria en temas éticos en el periodismo le ha servido para ejercer cargos en los que se ocupa de vigilar los derechos ciudadanos como el de Secretario General de la Defensoría del Pueblo y el de Adjunto del defensor del Pueblo.
Frente al proceso que se adelanta contra la administración anterior sostiene que por primera vez en la historia republicana de Panamá “hay procesos tan dramáticos” y va más allá de lo que pasa en el país cuando afirma: “En varios países de Latinoamérica hay un pacto de no agresión en el que el gobierno entrante no se mete con el saliente, se dejan gobernar porque participan de alguna manera de la corrupción.”
Cómo evitar el control
La creación de la Fiscalía Especial de Cuentas buscaba evitar el control político y por eso se determinó crear una jurisdicción por fuera de la Contraloría General, con autonomía financiera, presupuestaria y funcional. Sin embargo, Guido Rodríguez lamenta que las bondades de la ley que la creo se hayan modificado dejándola a merced de los políticos, a los que no está dispuesto a servir desde su posición como investigador de las acciones en contra del patrimonio público.
“En el año 2008, a través de la ley 67 se creó el Tribunal de Cuentas con tres magistrados y un fiscal general de cuentas designado por el Presidente de la República, para un periodo de 10 años, yo soy el quinto fiscal general de cuentas", dice haciendo énfasis en la perversión de las reformas que Martinelli le introdujo.
“No han durado 10 años porque desafortunadamente el primer fiscal de cuentas lo designó el expresidente Martín Torrijos en enero de 2009 y en mayo de 2009 cuando gana Martinelli, una de sus primeras gestiones fue modificar la ley de la Fiscalía General de Cuentas para decidir qué éste era un funcionario de libre nombramiento y remoción, una vez aprobada ésta ley lo primero que hizo fue destituir al fiscal y nombrar a otro.”El año 2018 estuvo marcado por los señalamientos de corrupción como el de las planillas de la Asamblea, el de Pandeportes y el caso Odebrecht que no le ha correspondido investigar a su despacho.