El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró que la selva del Amazonas “no está siendo devastada por el fuego como se ha dicho en muchos medios de comunicación internacionales”.
Abriendo la ronda de discursos del periodo de sesiones de la 74ª Asamblea General de las Naciones Unidas, que se lleva a cabo en Nueva York, el mandatario brasileño habló fuertemente sobre la situación de la selva amazónica y el papel de su Gobierno.
Su polémica alocución estuvo marcada por una férrea defensa de su gestión y sobre los incendios que han quemado miles de hectáreas del Amazonas.
Bolsonaro aseguró que en materia ambiental, Brasil va “por muy buen camino” y afirmó que su Gobierno se ha comprometido con la defensa ambiental y el desarrollo sostenible en beneficio de Brasil y el mundo.
“Somos uno de los países que más protege su medio ambiente. Ahora el tiempo seco y el viento pueden dar lugar a incendios forestales, luego hay otros incendios que son parte de las prácticas de poblaciones locales e indígenas”, señaló.
El ultraderechista mandatario también afirmó que ha padecido “ataques sensacionalistas de buena parte de medios internacionales por los incendios”, lo que también ha instigado un “sentimiento patriota”.
“Resulta falaz decir que el Amazonas sea un legado de la humanidad y que nuestro bosque es el pulmón del mundo. No tiene sentido recurrir a estas falacias, en lugar de ayudar y creerse estas mentiras y comportarse con esa falta de respeto y espíritu colonialista. Cuestionan incluso nuestro valor más sagrado, que es nuestra soberanía”, afirmó con dureza.
El presidente también reafirmó su postura de no incrementar el territorio indígena, “como algunos jefes de Estado querrían”.
“El 40 % de territorio de Brasil es indígena, pero hay que entender que los indígenas también son seres humanos que desean y merecen los mismos derechos de todos”
Según Bolsonaro, en el gigante suramericano hay 225 pueblos indígenas distintos, a parte de 70 tribus aisladas, cada una con su líder. Pero recalcó que “la manera de ver el mundo de un líder indígena no representa la manera de ver el mundo de los demás”.
Según él, algunos de esos líderes han sido “manipulados por Gobiernos extranjeros en su guerra de la información para impulsar sus intereses particulares en el Amazonas”.
“Lamentablemente, algunas personas tanto dentro como fuera de Brasil, con apoyo de ONG, insisten en que nuestros indígenas sigan siendo cavernícolas. Brasil tiene un presidente que se preocupa por aquellos que estaban en nuestro territorio antes de que llegaran los portugueses… los indígenas no quieren ser pobres sobretodo cuando están en las tierras más ricas del mundo. Esto se aplica por ejemplo a los yanomamis y a los Raposa Serra do Sol, en estas reservas hay oro, diamantes, uranio y también muchos otros recursos”, recalcó.
Por ello, defendió la “autonomía económica” de grupos indígenas, el “desarrollo” de sus zonas y “decisiones para un enfoque nuevo” en esta materia.
“Aquellos que nos atacan no están preocupados por los indígenas como seres humanos, sino por la riqueza mineral de estas zonas”, indicó.
El mandatario leyó una carta dirigida a la Asamblea General de un líder indígena del pueblo Kalapao, del parque Xingu (en Mato Grosso) que, según afirmó, representa una buena parte de los pueblos indígenas. En ella, se señala que “muchas comunidades anhelan que el desarrollo de esa parte del país finalmente se produzca sin límites ideológicos, lo cual llevaría una mayor calidad de vida y alimentaría una nueva política para los indígenas en Brasil”.
Jair Bolsonaro aseguró que la ONU “no puede permitir que vuelva el colonialismo a estas salas”.
“No podemos olvidar que el mundo tiene que comer, Francia, Alemania, por ejemplo, utilizan más del 50 % de sus territorios para la agricultura. Brasil, sin embargo utiliza solo el 8 %. El 61 % de nuestro territorio está protegido. Seguimos una política de tolerancia cero con la delincuencia, incluidos delitos ambientales”, ratificó.
Además, insistió que “cualquier iniciativa para contribuir con la salvaguardia del Amazonas, debe siempre hacerse de pleno respeto con la soberanía de Brasil y rechazamos cualquier intento de instrumentalizar la agenda ambiental o las políticas indígenas para favorecer los intereses políticos y económicos extranjeros, sobre todos aquellos que vienen disfrazados de buenas intenciones”.
Bolsonaro dice que presenta un “Brasil nuevo que se salvó del socialismo”
Al inicio de su discurso, el mandatario brasileño afirmó que se presentaba ante el pleno del organismo mundial “para presentarles un Brasil nuevo, que se ha salvado del riesgo del socialismo y que se ha ido construyendo basándose en los ideales de su pueblo”.
“Mi país estuvo al borde del socialismo, lo cual nos llevó a la corrupción, a una recesión económica grave y a unos índices de delincuencia elevados, atacando a la familia y valores religiosos que sostienen nuestras tradiciones”También mencionó el acuerdo de 2003 de médicos cubanos con Brasil, con el que llegaron 10 mil profesionales al país suramericano, y afirmó que dicho convenio se trató de “un trabajo de esclavos”. Tras su llegada al poder, más del 90 % de dichos médicos abandonaron Brasil, pero los que quedaron, según Bolsonaro, pasarán por una cualificación médica adecuada para poder ejercer su profesión. “Hemos dejado de contribuir a la dictadura cubana y hemos dejado de enviar USD 300 millones como se hacía antes. La historia demuestra que en los (años) 60 los agentes cubanos se desplazaron a varios países para intentar crear dictaduras en distintos países en la región”, señaló. También indicó que en Venezuela los “agentes del régimen cubano que entraron bajo los auspicios de Hugo Chávez, y hoy son 60 mil los que “controlan y se mezclan en todos los ámbitos de la sociedad venezolana, “sobretodo en la inteligencia y la defensa. “Venezuela que era democrático, ahora padece la crueldad el socialismo: Efectivamente el socialismo está en Venezuela, todos son pobres, no tienen libertad. Brasil también ha sufrido el impacto de la dictadura venezolana, aparte de los cuatro millones de ciudadanos que han huido del país". Entre tanto, recordó que su Gobierno ha trabajado con otros países como Estados Unidos, para “lograr que se recupere la democracia en Venezuela y procurar que ningún otro país de Suramérica padezca este régimen”.
