La batalla que Petro no pudo ganar, y la nueva que comienza

Mié, 19/03/2014 - 15:10
Gustavo Petro, destituido alcalde de Bogotá, fue fulminante en su discurso de despedida desde el balcón del Palacio Liévano y ante miles de seguidores que rechazaron la firma de Juan Manuel Santos
Gustavo Petro, destituido alcalde de Bogotá, fue fulminante en su discurso de despedida desde el balcón del Palacio Liévano y ante miles de seguidores que rechazaron la firma de Juan Manuel Santos a la sanción de la Procuraduría. “No les quedaba otro camino que el golpe de Estado, y lo han dado”, dijo el saliente alcalde, quien durante su intervención arremetió con más fuerza contra Santos que contra el procurador Alejandro Ordóñez. “El presidente de la República ha dicho que considera torpes las medidas cautelares porque se expidieron cinco horas después del Consejo de Estado. Las sorpresas del presidente (…) En este momento el presidente Santos no habrá pasado el historia por haber hecho el proceso de paz sino por haber sido el que destruyó el sistema interamericano. Triste papel”, añadió. Tras sus palabras de condena por la decisión de Santos, Petro sugirió que aunque haya perdido esta batalla, renacerá con una nueva lucha, esta vez en todo el país. Petro dijo que buscará recorrer el país para pedir una Asamblea Nacional Constituyente, desde la cual probablemente podría rescatarse de la muerte política. “Han matado la Constitución del 91 y por tanto nos corresponde, como ciudadanía, establecer la nueva constitución (…) Tenemos que llenar todas las plazas, tenemos que llegar a todas las ciudades y los campos”. Así declaró el saliente político -famoso por su capacidad de levantar a las multitudes- que continuará en la batalla desde otro escenario, seguramente contra la reelección de Juan Manuel Santos, quien para él es su verdugo. La batalla que no ganó El presidente y candidato a la reelección, Juan Manuel Santos, fue el encargado de firmar la derrota del alcalde Gustavo Petro, en la pelea jurídica con la que trataba de salvarse de la destitución como mandatario distrital y la inhabilidad por 15 años que, prácticamente, signa su muerte política. La decisión del Jefe de Estado consistió en no considerar vinculantes las medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que pedían no aplicar la sanción contra el dirigente. La Procuraduría General de la Nación fue la encargada de castigar al alcalde Petro, al encontrarlo responsable de “faltas gravísimas” por los errores en la implementación de un nuevo esquema de recolección de basuras ejecutado en diciembre de 2012. Petro agotó múltiples vías jurídicas. Primero pidió la revisión -ante la misma Procuraduría- del fallo sancionatorio que lo sacaba de la alcaldía a finales de 2013. Al ratificarse la decisión disciplinaria, lideró una “tutelatón” con la que cientos de bogotanos pidieron ante tribunales administrativos que se les respetaran sus derechos políticos por haber elegido a Petro en 2011. Al mismo tiempo, el equipo de defensa del gobernante hizo que Gustavo Petro interpusiera una tutela para exigir respeto a sus derechos políticos, que consideraba vulnerados por una “decisión absurda y politizada” de parte del Ministerio Público. Las tutelas de sus seguidores y la del mismo Petro fueron, al fin y al cabo, rechazadas cuando llegaron a los máximos tribunales en segunda instancia. Juan Manuel Santos, destitucion de Gustavo Petro, presidente de Colombia, kienyke "El Gobierno colombiano no acoge la solicitud de medidas cautelares", dijo tajante el presidente Santos el miércoles en la tarde. Petro había considerado un ‘plan b’: buscar auxilio en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. A finales de diciembre pasado acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington para exponer su caso, y pedir ante este organismo de la OEA que le concedieran medidas cautelares capaces de detener la sanción disciplinaria. El salvavidas de la CIDH llegó  a pocas horas de que el Consejo de Estado desestimara el último cúmulo de tutelas que buscaban impedir la destitución. El presidente Santos debía decidirse entre hacerle caso a la Comisión de Washington o firmar la salida del alcalde de Bogotá. Optó por lo segundo. Nombró de inmediato a Rafael Pardo como alcalde encargado mientras que de una terna decide a quién designa al frente de la ciudad antes de convocar elecciones extraordinarias. (Vea aquí el video del anuncio del Presidente)  ¿Y qué pasará con Bogotá? Tras firmar la destitución, el presidente Juan Manuel Santos designó a su ministro de Trabajo, Rafael Pardo, como alcalde encargado de Bogotá. Durante esta interinidad, Pardo prometió continuar ejecutando los programas que la administración Petro venía desarrollando, porque no es intención del mandatario transitorio interrumpir el cumplimiento de las metas del plan “Bogotá Humana”. Pero Rafael Pardo no abandonará el ministerio de Trabajo porque sólo estará de paso mientras se elige a otro alcalde interino que responda por la ciudad hasta que se convoquen elecciones extraordinarias. Ese segundo alcalde provisional será elegido por el presidente Santos de una terna que enviará en los próximos días la agrupación política a la que pertenece el gobernante destituido. Petro llegó a la Alcaldía de Bogotá por el Movimiento Progresistas, que recientemente se fusionó con el partido Verde y formaron la Alianza Verde. Esta colectividad tendrá la tarea de mandar tres opciones para que se encarguen por casi dos meses del palacio Liévano. Las apuestas ya están empezando a arrojar opcionados. El exsecretario de Gobiernod e Gustavo Petro, Guillermo Jaramillo, es el primero en la baraja. Jaramillo se encargaba hasta hoy de liderar la campaña contra la revocatoria. También suena el exprecandidato presidencial y Senador Camilo Romero, quien perdió la consulta del partido ante Enrique Peñalosa hace dos semanas. Finalmente hablan de considerar al concejal de Bogotá Carlos Vicente De Roux y la exfuncionaria Susana Muhamad. Tras encargar a alguien de dicha terna, la autoridad electoral tendrá dos meses para convocar elecciones atípicas en las que los Bogotanos elegirán al alcalde que terminará cerca año y medio de gobierno. El ‘dolor de cabeza’ fue para Santos La ‘papa caliente’ recayó en Juan Manuel Santos, quien además de presidente de la República es candidato a la reelección. La decisión que tomara iba a repercutir sobre sus cuentas de potenciales votantes. Gustavo Petro y juan Manuel Santos, kienyke Gustavo Petro arremetió con más fuerza contra Santos que contra el procurador Alejandro Ordóñez, durante su discurso en Plaza de Bolívar tras confirmarse su destitución. Finalmente decidió no favorecer a Petro ni a la sugerencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Optó por cumplir con el mandato jurídico nacional. Analistas consultados por KienyKe.com coincidieron con que esta decisión podría restarle a la campaña de ‘Juan Manuel’ una importante cantidad de apoyos de sectores petristas que lo consideraban mejor opción que Óscar Iván Zuluaga, Clara López, Marta Lucía Ramírez o Enrique Peñalosa. Lea también: El 'efecto Petro' en la campaña presidencial Ese voto que habría perdido Santos, en palabras del analista Ricardo García Duarte, “se dividirá entre quienes ahora votarán en blanco, o pensarán en Clara López (Candidata del Polo) y otros en Enrique Peñalosa”. Otra consecuencia advertida por los analistas es que Petro pueda alentar a movilizaciones para asestar un contra-golpe a Santos por firmar la sanción. Para el mismo analista, el punto débil para la reelección es el Paro Agrario. “Lo que preocupa es que Petro se meta directamente con el Paro Agrario. Eso sí puede perjudicar a Santos. Recuerde el bajón a Santos del año pasado por ese paro. (Gustavo Petro) se acercará a los campesinos -si lo llegan a destituir- y generaría un daño al presidente Santos si logra encender un nuevo Paro Agrario en esta campaña”. Twitter: @david_baracaldo
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