El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, está en Amán, Jordania, invitado en un viaje de "intercambio comercial y cultural", como él mismo dice en una serie de tuits que ha publicado en su cuenta de Twitter por estos días.
Habla de los refugiados, alaba los esfuerzos en recursos que Jordania invierte en proteger a más de un millón de refugiados, comparte con niños trabajadores y expatriados del campo de refugiados de Zaarati, ha visitado pinturas hechas por estos niños, todo en el mejor ambiente de relaciones bilaterales con el Medio Oriente.
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Asistirá a la Cumbre de Laureados y Líderes por los Niños 2018, "donde ganadores del Premio Nobel, líderes mundiales y jóvenes de todo el mundo, deliberarán y consensuarán un documento que establecerá un plan de acción para hacer frente a los desafíos por los que atraviesan los niños afectados por la migración y el trabajo infantil", según la página oficial de la Presidencia.
https://twitter.com/JC_Varela/status/978322755375587328
Y sí, es una de las funciones típicas de un presidente y se entiende. Lo que no ha gustado a los panameños es el momento político, económico y social que vive el país, y del piensan que no se deben generar gastos tan altos en otro viaje como este, justamente cuando hace menos de dos semanas volvió de otro viaje desde los Emiratos Árabes Unidos.
Además, esta gira oficial termina precisamente en Roma, para la Semana Santa, adonde el presidente fue invitado a participar en el Foro Univ 2018, con mil jóvenes "de países del mundo para ampliar sus horizontes, dialogar y confrontar de manera constructiva algunos temas de mayor importancia en el mundo juvenil y de la sociedad actual", dice la página oficial.
Al presidente se le conoce su debilidad por la religión y por defender y apoyar a la Iglesia Católica, incluso con donaciones y concesiones de terrenos del Estado para construcciones de parroquias e iglesias; incluso, él mismo ha dicho en distintas ocasiones que quería ser cura cuando joven.
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En el país hay actualmente toda clase de problemas. En Colón, la ciudad que alberga la segunda Zona Libre más grande del mundo -la primera es Hong Kong-, habían declarado una huelga, y varias manifestaciones que paralizaron el comercio y los negocios dejando pérdidas de varios millones de dólares. Además, por actos vandálicos fue incendiada la Casa Wilcox, patrimonio histórico que estaba siendo remozada a un costo de millones de dólares. Hubo también robos y saqueos y la ciudad tuvo que ser controlada por toque de queda.
En medio de todo, algunos alegan que hubo tintes políticos en las manifestaciones. Si bien es cierto que las obras de la urbanización en Colón se han tardado y que debido a ello las calles se inundan cada vez que llueve, y se siente mucha lentitud en la construcción de las obras, también es verdad que este ha sido el primer presidente que se ha ocupado en serio de esta ciudad, que es un puerto, con Zona Libre incluida, y aún así de las más pobres y violentas de Panamá, un país con un producto interno bruto (PIB) de más de 2.500 dólares mensuales per cápita. Es más, el primer día como presidente, luego de tomar posesión en la Presidencia, Varela se fue a Colón a visitar a la multitud que lo aplaudía en ese momento en plena calle.
Crisis de institucionalidad en Panamá
Pero ahora, la institucionalidad del país anda manga por hombro. No es momento para viajes, dicen los ciudadanos en las redes sociales, los programas de opinión, los comentaristas en la radio. La Corte Suprema de Justicia tiene pendientes dos nombramientos de dos magistrados principales: Oydén Ortega y Jerónimo Mejía, a los que se les venció su periodo de 10 años. https://twitter.com/PrimeraDamaPma/status/978216572476100608 Las dos mujeres, nombradas por el presidente Varela, Ana Lucrecia Tovar de Zarak (esposa del ministro de Comercio, que renunció unas semanas antes del nombramiento de su esposa), y Zuleika Moore, actual fiscal superior especial Anticorrupción de la Procuraduría General de la Nación, que no fueron ratificadas por la Asamblea Nacional, luego del nombramiento del presidente. Estos nombramientos fueron rechazados por la Asamblea pocos días antes de los carnavales, y aún están pendientes. Al respecto, el presidente Varela no ha hechos los nuevos nombramientos. Mientras tanto, la Asamblea Nacional desintegró una de sus comisiones más importantes de trabajo, la Comisión de Credenciales, Reglamento, Ética Parlamentaria y Asuntos Judiciales, que entre otras funciones tiene la de darle facultad de poder juzgar al presidente de la República y a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, además de que entrevista y ratifica a los funcionarios designados por el presidente, y que luego deben ser ratificados o no (como ya ocurrió con las magistradas nombradas) por el pleno legislativo. https://twitter.com/ContraloriaPma/status/969211131251306496 Esta comisión desmantelada estaba controlada por el Partido Panameñista, brazo político del gobierno actual y ahora quedó con diputados Panameñistas en minoría: El Ejecutivo perdió el control. Todavía no se sabe si la Corte anulará esta nueva comisión que fue demandada enseguida y fue conformada por el anterior presidente de la misma, Luis Eduardo Quirós, también del Partido Panameñista. Paralelamente, en medio de las presiones en la Asamblea, la Contraloría General de la República entregó a la Procuraduría General de la República (PGN) 186 auditorías hechas a las juntas comunales y municipios del país. El propio contralor Federico Humbert entregó personalmente a la procuradora Kenia Isolda Porcell 22o cajas numeradas en la sede de la Procuraduría, en la ciudad de Panamá. https://twitter.com/IsabelStMalo/status/968937792289075201 Entre 2013 y 2014 hubo transferencias por 76 millones de dólares a 113 juntas comunales y 20 municipios para uso de los diputados, precisamente durante la campaña electoral- según información del Ministerio de Economía y Finanzas.El segundo viaje en un mes a Medio Oriente
Lo más criticado de este viaje es que justo hace un mes estuvo de viaje en una gira por Emiratos Árabes Unidos, donde se reunión con el jeque Mohamad Bin Rashid Al Maktoum, primer ministro, y el gobernador de Dubái, el jeque Hamdan Bin Rashid Al Maktoum. https://twitter.com/JC_Varela/status/968938305957105664 La comitiva que lo acompañó hace un mes estuvo conformada por la vicepresidenta y canciller de la República, Isabel de Saint Malo de Alvarado; el ministro de Comercio e Industrias, Augusto Arosemena; y el ministro de Economía y Finanzas, Dulcidio De La Guardia. En este viaje acompañan al presidente su esposa, Lorena Castillo; Rolando López, director del Consejo de Seguridad Nacional, y José Donderis, director del Sistema Nacional de Protección Civil. El presidente Juan Carlos Varela emprendió ayer su segundo viaje oficial en lo que va de este mes, ahora a Amán, Jordania, para reunirse con Abdalá II bin Al Hussein. La Secretaría de Comunicación del Estado anunció que, después de la reunión que el mandatario sostendrá con el rey, viajará a Roma para participar de un encuentro con jóvenes en el Foro Univ 2018.El presidente Varela regresa a Panamá el sábado 31 de marzo.Mientras, los panameños siguen esperando cómo se desenvuelven los escándalos de corrupción del anterior gobierno, cuyo presidente, Ricardo Martinelli, actualmente preso en Miami, espera una orden de extradición. Varios ministros del gabinete de Martinelli, del periodo presidencial pasado -del que Juan Carlos Varela fue vicepresidente y canciller por 26 meses, hasta que fue "despedido" por Martinelli-, directores de instituciones estatales y empresarios están involucrados en uno de los escándalos de corrupción más grande en la historia del país, en el que la empresa Odebrecht tiene la mayoría de los casos por pago de coimas millonarias. Algunos están presos, otros tienen medidas cautelares de impedimento de salida del país, otros tienen alerta en la Interpol y permanecen prófugos de la justicia. A otros aún no les ha pasado nada.
