
Una nueva tormenta política se cierne sobre el Gobierno del presidente Gustavo Petro tras la filtración de una serie de audios en los que se menciona a la vicepresidenta Francia Márquez como parte de un supuesto plan para derrocar al mandatario.
La controversia involucra al excanciller Álvaro Leyva, quien habría liderado una presunta conspiración con actores políticos nacionales e internacionales para apartar a Petro del poder.
Revelaciones que desataron la crisis
El escándalo estalló luego de que el diario El País de España publicara una serie de audios atribuidos a Álvaro Leyva, exministro de Relaciones Exteriores, en los que detalla un presunto entramado político para acabar anticipadamente con el mandato de Petro. Según la investigación periodística, Leyva habría sostenido reuniones en Estados Unidos con figuras del Partido Republicano, como el congresista Mario Díaz-Balart, e incluso habría intentado establecer contacto con el senador Marco Rubio.
El objetivo de estas gestiones, según los audios, era ejercer presión internacional para propiciar un cambio de gobierno en Colombia, con el supuesto respaldo de la vicepresidenta Márquez.
La reacción de Petro desde Europa
Desde España, donde participa en la IV Conferencia Internacional de la ONU sobre Financiación al Desarrollo, el presidente Gustavo Petro no tardó en pronunciarse. En una rueda de prensa, exigió explicaciones públicas tanto a Francia Márquez como a todos los mencionados en los audios del excanciller.
“Todas las personas que nombra allí, de las cuales yo no sé si lo que él cuenta es verdad o no, deben dar explicaciones no solamente públicas, sino ante la justicia”, afirmó el jefe de Estado, visiblemente molesto por lo que calificó como una conspiración con tintes internacionales.
Petro fue más allá al sugerir que la trama podría tener vínculos con el narcotráfico y sectores de la extrema derecha, tanto colombiana como estadounidense: “Con el narcotráfico y con la extrema derecha aparentemente colombiana y norteamericana para derrocar al presidente del cambio en Colombia”.
Francia Márquez se defiende y niega cualquier vínculo
Ante la gravedad de las acusaciones y el revuelo político generado, la vicepresidenta Francia Márquez difundió un comunicado el domingo 29 de junio en el que desmintió tajantemente cualquier alianza con Leyva o participación en planes para debilitar al presidente.
“No permitiré que mi nombre sea utilizado para alimentar intereses particulares ni rencillas que no contribuyen a la construcción de un país más justo y equitativo”, expresó Márquez, haciendo un llamado a elevar el nivel del debate político y a evitar divisiones que fracturen al país.
Además, reafirmó su compromiso con la Constitución y la democracia: “El 7 de agosto de 2022 hice un juramento solemne ante el Pueblo colombiano: defender la Constitución y las leyes de la República de Colombia. Tengo la conciencia tranquila, la mente clara y el corazón firme”.
Impacto político y tensión en el Gobierno
Esta polémica representa un nuevo golpe para el presidente Petro, ya afectado por otros escándalos recientes como el proceso judicial que enfrenta su hijo Nicolás Petro y las denuncias de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
A pesar del respaldo institucional expresado por Márquez, la tensión interna en el Gobierno es evidente. La mención de su “mano derecha” en un supuesto plan para desestabilizar su presidencia pone a prueba la cohesión del Ejecutivo y genera dudas en la opinión pública sobre la estabilidad política de la coalición gobernante.
La Fiscalía General podría abrir una investigación preliminar sobre los hechos, mientras diversos sectores del Congreso ya han solicitado que tanto Leyva como otros implicados comparezcan ante las comisiones respectivas para rendir cuentas.
Por ahora, tanto Petro como Márquez insisten en su compromiso con el orden constitucional, pero la sombra de la desconfianza se cierne sobre la Casa de Nariño. El país seguirá atento al desarrollo de esta controversia que podría tener consecuencias de largo alcance en el escenario político colombiano.