Después de un plan nuclear que duró alrededor de 30 años, el presidente francés François Hollande reconoció públicamente que las pruebas nucleares que se desarrollaron en la Polinesia Francesa provocaron daños ambientales y a la salud pública.
Hollande manifestó que las pruebas, las cuales se desarrollaron entre 1966 y 1996 en la Polinesia Francesa: “Tuvieron un impacto ambiental, generaron consecuencias sanitarias”. El anuncio se hizo durante la visita oficial del mandatario a la isla de Tahití, en la capital Papeete. De igual manera, resaltó la importancia del programa nuclear para su nación. “Francia no se habría dotado del arma nuclear y, por tanto, de la fuerza de disuasión. Francia seguiría siendo una nación respetada, pero no tendría la capacidad para ser una nación plenamente independiente, capaz de hacerse oír en todas partes, de poder garantizar su territorio". Las declaraciones del mandatario causaron inconformidad entre los damnificados. Consideran que Hollande debería pasar de sólo admitir las consecuencias de las pruebas y pedir perdón. Francia realizó 176 pruebas nucleares en el Atolón de Mururoa, en el archipiélago. Además de éstas, realizó muchas más pruebas en el Atolón de Fangutuafa y otras islas, con un total de 196 detonaciones. Actualmente las islas están prácticamente sumergidas e inhabitables a causa de las explosiones en superficie y subterráneas que se dieron en el lugar. Los resultados fueron desastrosos, pues la radiación se extendió por todas las islas del archipiélago. En el caso de Tahití, la isla más grande y poblada del sector, llegó a tener 500 veces más residuos de radiación que el máximo recomendado. Esto aumentó alarmantemente los casos de cáncer en la región Las palabras de Holland se dan luego que las Islas Marshall presentaran una demanda ante la ONU contra el Reino Unido, Pakistán e India por incumplimiento de un tratado en que se detenía todo tipo de ensayo nuclear en el Pacífico. En las Islas Marshall se encuentra el Atolón de Bikini, el epicentro de la prueba nuclear más grande de la historia, mil veces más potente que la bomba de Hiroshima. Bikini quedó destrozado y todo su ecosistema marino destruido.
