El tiempo en el que la plaza pública era el escenario en el que se hacía política quedó en el pasado y las redes sociales irrumpieron para ocupar su lugar. Atrás quedaron los largos discursos ante una multitud que canta arengas, ovaciona o abuchea a un político. Incluso los debates y entrevistas transmitidas en radio y televisión dejaron de ser tan importantes como sucedía hace unos años.
Ahora basta con solo 280 caracteres (según el nuevo máximo permitido en Twitter) para llegar a una gran masa de seguidores de una manera fácil, rápida y eficiente. Para convencer a los electores una publicación viral en redes sociales hoy en día es casi tan importante como ir a las diferentes regiones, conversar con la comunidad y tener una buena oratoria.
Si a esto se suma unas buenas estrategias y el manejo correcto de las diferentes herramientas como video, imágenes y transmisiones en vivo, el atractivo de la figura política puede crecer de manera exponencial.
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Los candidatos y precandidatos a la presidencia en las elecciones del 2018 parecen saber esto a la perfección. La mayoría de ellos suele participar activamente de ellas, lo que les ha permitido cosechar un buen grupo de seguidores. Algunos de ellos han sabido aprovechar realmente este potencial.
Sin lugar a dudas, en la actualidad la red más usada por los políticos es Twitter. En esta el que lidera es Gustavo Petro con más de dos millones de seguidores. Tras él están Claudia López, Jorge Robledo, Piedad Córdoba y Germán Vargas Lleras. En el caso de los precandidatos del Centro Democrático la que tiene mejores números es Paloma Valencia con 165.000 seguidores.
En el caso de Facebook, el número de seguidores se reduce significativamente. De nuevo Petro lidera con 880.544, seguido de Claudia López, Germán Vargas Lleras, Jorge Robledo y Sergio Fajardo.
Una mirada a las redes sociales de los precandidatos
Sáb, 02/12/2017 - 03:23
El tiempo en el que la plaza pública era el escenario en el que se hacía política quedó en el pasado y las redes sociales irrumpieron para ocupar su lugar. Atrás quedaron los largos discursos ant