
Simón Bolívar es citado por igual por presidentes autoritarios, caudillos populistas, líderes progresistas y sectores conservadores. Su rostro aparece en billetes, estatuas, pancartas, campañas y discursos. Todos dicen representarlo. Pero casi ninguno lo entiende.
La pregunta “¿Bolívar era de izquierda o de derecha?” no tiene una respuesta sencilla, y tampoco debería tenerla. Porque Bolívar no cabe en las etiquetas ideológicas modernas. Su pensamiento nace en un momento histórico radicalmente distinto. Lo suyo fue una lucha por la independencia, la república y la libertad, no por el espectro político que hoy divide al mundo.
Lo que sí defendía Bolívar
1. La libertad como principio político, no como eslogan
“La libertad del Nuevo Mundo es la esperanza del universo.”
Bolívar se jugó la vida por liberar territorios del poder colonial. Pero nunca entendió la libertad como un permiso para el caos o el abuso del poder. Tenía claro que sin instituciones, sin educación y sin justicia, la libertad podía convertirse en violencia o tiranía.
2. La educación como base de la república
“Moral y luces son nuestras primeras necesidades.”
Sabía que un pueblo sin educación era fácilmente manipulable. Por eso no creía en el populismo ni en las masas movilizadas sin conciencia. Creía en el mérito, el conocimiento y la construcción institucional.
3. El rechazo total al poder sin límites
“Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder.”
“Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes.”
Frases que hoy desarman a quienes, desde el poder, se escudan en Bolívar para justificar la concentración de funciones, la confrontación con las cortes o el desprecio por la división de poderes.
4. La libertad de expresión como derecho fundamental
“El derecho de expresar nuestros pensamientos y opiniones, por la palabra hablada, por la prensa o de cualquier otro modo, es el más precioso de los derechos del hombre.”
Bolívar fue claro: una república sin prensa libre, sin pensamiento crítico, sin oposición real, no es república. Por eso, usar su imagen para atacar periodistas o callar medios es traicionarlo.
5. La lucha contra la tiranía, venga de donde venga
“Cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho.”
No era defensor de una clase o ideología, sino de un principio: ningún poder debía estar por encima del pueblo. Ni el colonialismo de antes, ni los caudillismos de ahora.
Entonces, ¿de quién era Bolívar?
De nadie.
Y de todos, si se comprende su complejidad.
No era de izquierda, aunque luchó por la justicia.
No era de derecha, aunque defendió el orden.
No fue marxista, ni liberal clásico. Fue un revolucionario institucionalista, un libertador contradictorio, humano, político, visionario y profundamente republicano.
¿Qué nos diría hoy?
Probablemente lo mismo que escribió hace dos siglos:
• Que el poder debe tener límites.
• Que la libertad se respeta, no se impone.
• Que no se gobierna para repetir la historia, sino para superarla.
• Y que la democracia no sobrevive sin libertad de prensa, ni sin ciudadanos capaces de pensar por sí mismos.
No se trata de preguntarnos si Bolívar era de izquierda o de derecha.
Se trata de preguntarnos si quienes hoy lo invocan están realmente del lado de la libertad, la justicia y la verdad.
Y la mayoría, no lo están.