El presidente Duque visitó este domingo 7 de noviembre el Muro de Lamentos, en el marco de su gira mundial que lo lleva por estos días a la ciudad sagrada de Jerusalén, en Israel. Tras su llegada a dicha nación, el mandatario tuvo un recorrido espiritual que incluyó, además, su paso por el Jardín de Getsemaní y el Santo Sepulcro, lugares donde habría orado “por la paz y el bienestar de los colombianos”.
“En Jerusalén tuve un momento de reflexión espiritual en el que pedí, de manera especial, con mucha fe, por Colombia, la paz con legalidad, la protección del planeta y por superar esta pandemia. Agradecemos la cortesía y fraternidad del pueblo de Israel”, señaló Duque en su cuenta de Twitter.
El Muro de los lamentos o de las lamentaciones, es el centro religioso del judaísmo por excelencia. Sin embargo, desde la declaración “Nostra Aetate” de Pablo VI en 1965, y de la posterior visita del papa a este lugar de Tierra Santa, se sentaron las bases para mejorar las relaciones entre las distintas religiones, al punto de que hoy se reconoce al Muro como eje religioso del judaísmo y el cristianismo.
En el 2015 incluso hubo un intento de Palestina para intentar declarar, por medio de la Unesco, al Muro de los lamentos como un sitio de oración musulmán. Un síntoma de una discusión que pasa por el conflicto árabe israelí y aterriza en la importancia religiosa de Jerusalén, ciudad en la que yacen algunos de los principales santuarios de las creencias monoteístas más fuertes del mundo.
El Nostra Aetate, que reconoce abiertamente las raíces judías del cristianismo y se opone al antisemitismo, antecedió la visita de Pablo VI al Muro de los lamentos en el 2000 y de ahí en más a varias giras espirituales de los máximos representantes de la iglesia Católica. Ahora, como lo han hecho los judiós por años, personas de todas las religiones confluyen para orar y dejar su petición en un papel enrollado en las divisiones del único vestigio en pie del segundo Templo de Jerusalén.
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“La Iglesia, que reprueba cualquier persecución contra los hombres, consciente del patrimonio común con los judíos, e impulsada no por razones políticas, sino por la religiosa caridad evangélica, deplora los odios, persecuciones y manifestaciones de antisemitismo de cualquier tiempo y persona contra los judíos, señala dicho documento histórico.
Por esa razón, no resulta raro que Iván Duque, quien se ha mostrado en repetidas ocasiones como un ferviente católico, deje para la historia una serie de imágenes bastante particulares que Kienyke.com logró capturar en el lugar de los hechos: Iván Duque con kipá, orando por varios minutos sobre el Muro de los Lamentos.
Tras su visita a este lugar sagrado y en linea con el fin de las rencillas históricas entre judíos y cristianos, el presidente Iván Duque aseguró: “Nosotros le rendimos hoy un homenaje también de fe y de espiritualidad al pueblo judío; lo hicimos también en nombre de nuestro catolicismo, de nuestra fe, respetando las libertades de culto, y lo hacemos por estrechar, también, los vínculos con esta tierra”.
A poco de terminar sus cuatro años de mandato, con una administración que ha estado entre la espada y la pared en varias ocasiones, arrastrando el gran lastre de una pandemia que aún no dilucida un final, que enfrentó una crisis reputacional en el marco del Paro Nacional y que ha tenido a varios funcionarios llamados a moción de censura, entre otras cosas, seguro son varias cosas que el presidente Duque necesita reflexionar.
“Pedimos para superar ya la pandemia, para que Colombia salga adelante, para que recuperemos empleos, para que el país pueda cerrar este año con todo el optimismo necesario”, declaró el mandatario.
En ese orden de ideas, queda preguntarse: ¿Cuáles habrán sido los lamentos del presidente Duque en el Muro de los Lamentos?