
Reality, una de las películas que más ruido ha hecho en el Festival de Cine de Cannes 2012 es protagonizada por un preso de una cárcel italiana que fue condenado por haber matado a dos personas. El actor, Aniello Arena, fue descubierto por el director de la película en una obra de la Compañía de Teatro Fortezza, integrada por reclusos. Arena no pudo asistir al lanzamiento de la película en el festival porque solo consiguió permiso para salir de la prisión y filmar la cinta. El recluso está condenado a prisión perpetua.