Son varias las afectaciones que desde ya va dejando la inflación en el país y lo cierto es que sus efectos, así como los de la subida del dólar, ya los viene sufriendo la sociedad colombiana en general. Aún así, a pesar de lo grave de la situación, lo cierto es que muchos han optado por tomárselo con algo de humor y quién mejor para representar ese sentimiento que el comediante Ricardo Quevedo, quien dio algunos consejos a su manera para sobrevivir a esta situación.
Desde hace varios días, el humorista ha hecho una serie de bromas sobre el alza del dólar en Colombia, que de hecho este 12 de julio superó la barrera de los $4.600, marcando un hito en la historia de esta divisa en relación con el peso colombiano. Un fenómeno que ''Cejas pobladas” aseguró en broma que no le afecta, pues él ya estaba “jodido” antes de ello.
En otro trino, el comediante también se pronunció sobre la inflación anual en Colombia, que en junio cerró sobre el 9,67%, cifra mucho más alta a la registrada en los últimos 20 años. Esto, a la par del incremento del 0,51% de la inflación mensual y a la subida del dólar, que tiene sufriendo al bolsillo de los colombianos el incremento de precios de los productos agrícolas por los costos de los insumos de producción y el general de los importados.
Esta situación, entre otras cosas, ha hecho que la mayoría de hogares colombianos hagan todo tipo de maromas para que los gastos no se salgan de los límites y siga alcanzando para comprar lo necesario con la misma plata. Uno de ellos a lo mejor es Ricardo Quevedo, que a su manera hizo una broma sobre la situación, asegurando que “no es momento para tener dignidad”.
La inflación que no desinfla
Lejos del plano del humor, lo cierto es que este es un momento complicado en materia económica para el país, auspiciado por un fenómeno de inflación global que afecta de manera considerable a Latinoamérica (y de sobremanera a Sudamérica). Así lo dejó en evidencia el Banco de la República, que señaló que “los altos precios no son un fenómeno exclusivo de Colombia, donde se registra un nivel de inflación menor al de otras economías como Paraguay, Chile y Brasil”.
Por encima de Colombia, con una inflación menor, se encuentran Ecuador, que con una economía dolarizada registró en mayo 3,38% de variación anual; Bolivia, que en este mismo mes registró una variación del 1,41%; y Uruguay, que cerró junio con un crecimiento de 9,29%. No obstante, de ahí para adelante la más afectada sigue siendo Venezuela, con una inflación del 151%, seguida de Argentina (60,7%) y Brasil (11,73%).
Sin embargo, esto no quiere decir que no vengan varios retos para Colombia en diferentes materias. En entrevista con Kienyke.com, el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, habló sobre esta cifra del 9,67%, que le resulta preocupante en la medida que desde hace 20 años no se veía algo semejante.
“9,67% fue el dato más reciente de inflación, algo que no veíamos hace más de 20 años y que específicamente una tercera parte de esa inflación está aportada por: el corrientazo (productos agropecuarios de consumo común en Colombia), la electricidad, la carne de res, los arriendos y el vehículo particular”, apuntó Oviedo.
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En ese sentido, para el funcionario esto representa un reto para el nuevo gobierno que tiene que lidiar con aspectos internacionales como el conflicto entre Rusia y Ucrania, los costos de los insumos para producir alimentos en el país, sin contar con que la electricidad, el gas y los combustibles tienen un componente inflacionario importante en el segundo semestre del año. Algo que se ve acompañado de que, según el Dane, al menos un 30% de los colombianos sienten que su capacidad adquisitiva se va a ver reducida para el año entrante.
En medio de todo ello, un tema que se vuelve transversal es el precio del dólar, por su fuerte incidencia en la deuda externa colombiana, los negocios internacionales, el precio de los insumos para la producción agropecuaria, de los productos importados, las inversiones, entre otras materias.
Una divisa que va disparada sin techo, entre otras cosas por la creciente cantidad de personas que han empezado a ahorrar en dólares, la subida de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense como una estrategia para frenar la inflación, la crisis energética por la guerra en Ucrania y en una menor proporción la incertidumbre que existe frente a ciertas reformas del gobierno electo (como la intención de frenar las nuevas exploraciones petroleras y los pilotos de fracking).
Sin embargo, el mismo Gustavo Petro ha sido enfático en hacer un llamado a la calma frente a todas estas iniciativas, siendo cierto también que la cantidad de especulaciones puede ser una consecuencia de una campaña previa llena de informaciones alarmantes y descalificaciones desde todos los bandos. Sin embargo, los ánimos se han ido enfriando gracias al llamado a diálogo que el presidente electo le ha extendido a todas las fuerzas políticas (incluidas las contrarias), así como con el nombramiento del reputado economista José Antonio Ocampo como nuevo ministro de Hacienda.
Gustavo Petro, por ejemplo, se refirió en los últimos días al fenómeno del ahorro en dólares, señalando que aconsejaba parar a quienes lo estaban haciendo ya que podrían generar pérdidas ante un eventual desplome del dólar. Una divisa que, como un evento histórico, está rozando la equivalencia con el euro.
