Las maniobras de Enrique Vives: primero al volante y luego con la justicia

Jue, 16/09/2021 - 11:04
Problemas de salud, malos procedimientos en la captura y ahora trastornos psiquiátricos, han sido algunas de las maniobras de Enrique Vives para evadir su responsabilidad judicial.

Con Gatorade a la mano, una biblia, mirada perdida y un número alarmante de cables: así es la foto con la que Enrique Vives intentó eludir a la justicia por haber arrollado a siete personas en la vía Gaira - Santa Marta, seis de las cuales murieron en el acto. Una imagen que ha causado gran controversia en redes sociales, pues muchos no logran entender la intención ni la necesidad real médica de todo el performance. 

Los hechos en cuestión sucedieron en la Troncal Caribe en la madrugada de este lunes y fueron causados por una persona en estado de embriaguez que conducía en exceso de velocidad, según reportes de las autoridades.

Igualmente, un menor de apenas 13 años sufrió heridas considerables y en este momento está bajo supervisión médica en un hospital de Santa Marta. 

El causante del fatal accidente fue el reconocido empresario y excandidato al Concejo de Santa Marta, Rafael Vives. Mismo que en las últimas horas fue trasladado desde la Clínica Perfect Body a un centro médico psiquiátrico de la ciudad de Santa Marta (exactamente la Fundación para el Niño), a pesar de que existía una orden directa de la jueza que lleva el caso de no permitir que se diera este traslado

Contrario a ello, los familiares y el abogado defensor del presunto asesino aceleraron el proceso y ahora este se encuentra a la espera de una valoración por un supuesto trastorno producto del accidente. Algo que ha sido considerado como una nueva estrategia para eludir sus responsabilidades.

Este miércoles Enrique Vives finalmente se habría presentado sedado a la audiencia de imputación de cargos, por lo que esta fue suspendida y postergada

Sin embargo, con la noticia de la valoración psiquiátrica, de nuevo habría que esperar a los dictámenes. Una situación que ha avivado todavía más las llamas de la indignación de los samarios y los colombianos en general.

Lo que sí queda claro con todo esto es que, a comparación de cómo lo querían hacer ver inicialmente, Vives estaría físicamente bien. Caso contrario no lo hubieran dejado salir del centro de asistencia médica

Según el análisis que realizó el médico Camilo Prieto en Twitter, Enrique Vives no habría estado mal de salud ni siquiera en la imagen inicialmente conocida (o por lo menos nada de lo que se ve daría señal de ello).

“Paciente tolerando la vía oral, no necesitó monitorización ni O2 por cánula. Todos los cables son para un EKG. Y al parecer puede leer textos sagrados. Para la próxima imagen de drama: retiren la botella de bebida hidratante y por lo menos pónganle un monitor de signos vitales”, aseguró el galeno.

Cabe recordar que el Gatorade es una bebida que en Colombia es ampliamente utilizada por las personas para hidratarse luego de una borrachera, siendo muy popular para recuperar las fuerzas en medio del “guayabo”, médicamente conocido como veisalgia, un malestar producido por la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas

Las maniobras de Enrique Vives y su abogado

 

Luego de los hechos, el capitán Wilson Mendoza, comandante de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Metropolitana de Santa Marta, aseguró en video que el accidente fue causado también por “la imprudencia de estas personas al cruzar una vía nacional a tan solo 200 metros de un puente peatonal”

“Hacemos un llamado a la ciudadanía a respetar las reglas de tránsito, a hacer uso de los puentes peatonales, a no exceder los límites de velocidad y a no mezclar bebidas embriagantes con gasolina”, aseguró Mendoza. 

En unas imágenes que se conocieron luego del accidente, se observa a las víctimas caminando tranquilamente por la calle, antes de que apareciera Enrique Vives y lo arrollara. Una escena especialmente común en Colombia, sobre todo en la ruralidad, donde las personas suelen caminar por calles y carreteras para dirigirse a sus destinos. 

Una de las primeras maniobras de la defensa de Vives sería haber pedido distintas pruebas de alcoholemia, que al final terminaron marcando grado dos de alicoramiento (o por lo menos así lo reportaron las autoridades). Sin embargo, horas después se divulgó que la primera prueba que le practicaron dio como resultado grado tres, el más grave y peor castigado en la normativa colombiana. 

En su momento, los abogados de los familiares de las víctimas pusieron en duda el estado de salud del responsable y aseguraron que el conductor pretende evadir tanto la imputación de cargos como la medida de aseguramiento. Pidiéndole además a la Fiscalía y Procuraduría que investiguen a fondo cuáles son las razones científicas que explican la inconsciencia del implicado.

El gobernador del Departamento del Magdalena, Carlos Caicedo y la alcaldesa de Santa Marta, Virna Johnson, le solicitaron al Tribunal de Ética Médica que analice a profundidad la conducta de los médicos que se encuentran atendiendo al empresario Enrique Vives Caballero. Una sospecha de profesionalismo que hoy se profundiza luego de que se le permitiera al empresario salir de la clínica a un centro psiquiátrico

A eso hay que sumarle, que en un principio la defensa de Enrique Vives solicitó desestimar su captura porque la Policía “no impidió que fuera agredido”. Petición a la que el Fiscal del caso respondió asegurando que la Fuerza Pública salvaguardó correctamente al implicado y que eso se puede comprobar gracias a que “firmó el acta de derechos del capturado”. Un documento que según la Policía es una “garantía escrita del respeto a los derechos de una persona, una vez se realiza su captura”.

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