En conversación con Kienyke.com, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, aclaró la reciente polémica surgida luego de que en una entrevista periodística asegurara que “en Colombia hay que negociar con la delincuencia si queremos acabar con toda la violencia”. Asegura que el gobierno no está buscando ninguna vía diferente a la ley de sometimiento para tratar con grupos criminales no políticos, muchos menos con narcotraficantes.
De acuerdo con el funcionario, “se ha abierto una gran tormenta por una acción que el Estado viene haciendo de tiempo atrás”, refiriéndose específicamente a las negociaciones políticas directas del gobierno con grupos armados de carácter político, como es el caso del ELN en la actualidad o como lo fueron en su momento las negociaciones con las Farc, el M-19, entre otros grupos a los que se les reconoció ese estatus.
Muy diferente al caso de organizaciones criminales armadas de alto impacto, muchas veces relacionadas con el narcotráfico, a las que no se les distingue con carácter político y con las que por ende se descarta una negociación directa. Aún así, echarlas fuera de una política pública de paz dejaría bastante coja la paz total como concepto y meta a conseguir, tal como lo plantea el mismo Velasco.
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“¿De qué nos sirve desactivar al ELN, incluso disidencias de las Farc, si quedan máquinas de guerra como el Clan del Golfo? Nosotros estamos abriendo una posibilidad que es un sometimiento colectivo e individual a la justicia. Someterse a la justicia”, aseveró el MinInterior en conversación con Kienyke.com.
Vea la entrevista completa con el MinInterior, Luis Fernando Velasco:
La clave para entender este asunto, en esencia, yace en el proyecto de ley de sometimiento que adelanta el Ministerio de Justicia en el Congreso de la República y que está a la espera de ponencia para avanzar en su trámite legislativo. Una iniciativa que es columna vertebral de la paz total, concerniente al camino para desarticular organizaciones criminales de alto impacto.
No obstante, su futura aprobación tampoco sugiere que el gobierno vaya a “negociar” con narcotraficantes o violentos, sino que simplemente se trataría del marco normativo que permitiría que una estructura o miembros de una estructura negocien beneficios muy específicos con la justicia (específicamente con un fiscal) a cambio de ayudar en la desarticulación de la misma. Todo eso en medio de un proceso penal, sin que llegue a mediar ningún tipo de justicia especial para ello.
“Con esos instrumentos un funcionario del Estado que se llama fiscal, hace una negociación en el marco de un proceso penal con una estructura criminal o miembros de esa estructura criminal. Le da unos beneficios y logra desactivar esa estructura. Muy seguramente esa estructura o sus miembros pagarán algunos años de cárcel, tendrán que devolver los bienes y eso lo termina avalando un juez de la República”, explica Velasco.
¿Una campaña de tergiversación en contra del Gobierno?
En medio de toda esta polémica, una de las reacciones más duras ha sido la del presidente de la República, Gustavo Petro, quien aseguró que su gobierno enfrenta “una verdadera campaña de desinformación”. Eso, refiriéndose a la “tormenta” que causó la otra parte de las declaraciones del ministro del Interior en su entrevista periodística, donde señaló que para Colombia sería ideal un modelo de negociación con la justicia como el que existe en Estados Unidos.
Lo cierto es que, al final de cuentas, es posible que todo se haya tratado de un malentendido con las palabras del Ministro Velasco, que al hablar de “negociación general” habría estado aludiendo a las ya existentes bases de la ley de paz total, que en efecto descarta de tajo cualquier negociación con grupos criminales de alto impacto.
Para ser más enfático en ello, el ministro Luis Fernando Velasco le aseguró a Kienyke.com que el gobierno tiene más que claro que, por ejemplo, el Clan del Golfo “no es una organización política”. Sobre ello aseguró: “Es una organización criminal que a través del ejercicio de la violencia trata de enriquecer a sus miembros y coger poder territorial”.
No obstante, a pesar de que concuerda con el presidente en que hay una “oposición que tiene mecanismos” para “desfigurar” la información, señala que está contento con el debate en cuanto le ha permitido aclarar varias dudas de la opinión pública con respecto a la diferencia entre negociación política y sometimiento a la justicia.
