Dando a luz a su segunda hija en su propia casa y mientras era asistida por una matrona, un paro cardíaco sorprendió a Caroline Lovell (australiana de 36 años). Aunque la mujer fue trasladada a un hospital, los médicos no pudieron hacer nada por ella y al día siguiente de nacer su hija, Zahra, Caroline murió. Durante casi toda su vida, Lovell defendió a las mujeres que preferían dar a luz en sus hogares, pidió al gobierno en Australia ayuda para que quienes así lo decidieran pudieran ser asistidas por comadronas experimentadas y amparadas por la ley, ya que de lo contrario la vida de las madres podría peligrar. En cientos de cartas, quejas y peticiones, Caroline se dirigió al Estado en su país, asegurando estar “muy sorprendida y avergonzada de que el parto en casa no sea una libre elección de la mujer que quiere dar a luz en su entorno”. Aunque no hay aún un comunicado oficial sobre la muerte de la activista, el caso ha abierto el debate a nivel mundial sobre la seguridad de los partos domiciliarios.
Murió en defensa de su causa
Sáb, 04/02/2012 - 06:38
Dando a luz a su segunda hija en su propia casa y mientras era asistida por una matrona, un paro cardíaco sorprendió a Caroline Lovell (australiana de 36 años). Aunque la mujer fue trasladada a un