Los diplomas falsos para acceder a puestos de trabajo ha sido una conocida y quizá ignorada problemática a lo largo de la historia. Pese a que por esta 'jugada' se puede enfrentar un proceso judicial, parece ser un riesgo que muchos deciden tomar. Por ejemplo, el exdirector de las TIC, Óscar Hernando Motta Valencia, quien presentó un diploma falso, con un supuesto insólito error de ortografía que desnudó su delito.
Motta fue sancionado con once años de inhabilidad por falsedad en documento público por haber presentado un diploma falso para posesionarse en el cargo en la Alcaldía de Neiva. Inicialmente se creyó que lo que llevó a las autoridades a revisar el documento habían sido las palabras ‘Neiba’ y ‘Unibersidad’ en el diploma, dos graves errores de ortografía que habrían dejado en evidencia la falsedad del título presentado.
La Universidad Católica confirmó el fraude al percatarse de que el exfuncionario no aparecía en la base de datos de las personas graduadas en dicha institución, al igual que el Concejo Nacional de Ingenierías, quien ratificó que no ha expedido ningún certificado ingenieril a nombre de Motta.
Es clave señalar que, este sujeto es tecnólogo, no ingeniero de sistemas, pero falsificó el título para acceder al puesto como director de las TIC de Neiva, el cual tomó ejerció desde el 23 de mayo del 2017 hasta el 18 de noviembre de 2019. Solo hasta este año se descubrió el fraude que se sancionó con once años de inhabilidad, luego de que el propio Motta aceptara los cargos.
¿No hubo error ortográfico?
Los términos 'Neiba' y 'Unibersidad' que generaron múltiples reacciones en el país, no serían un error de ortografía. Pese a que la falla parece evidente, lo que sucede es que en la tipografía utilizada 'Monotype Old English' la letra v parece una b.
En las siguientes imágenes se puede observar que las letras en el diploma falso de Motta corresponden a dicha tipografía, por lo que se comprueba que pese a que el título es fraudulento, el error de ortografía no sería real.
Lo cierto es que el supuesto error en el diploma falso dio pie a que cientos de personas expresaron su burla y hasta indignación sobre la conducta de Motta. Lo que deja en evidencia que una falla ortográfica persuadió más que la deshonestidad del exfuncionario. Estas son algunas reacciones al comentado suceso:
La utilización de documentos falsos para aplicar a alguna oferta laboral, no sólo acarrean el hecho de perder la oportunidad de trabajo, sino que además implica un proceso judicial por falsedad de documentos. Una persona que presente un documento falso puede ir a la cárcel y el castigo para las personas que elaboran el diploma falso también es sancionado con 3 años de prisión.
Surgen entonces dos interrogantes ¿es esta sanción suficiente para disuadir a personas de realizar esta práctica delictiva? y lo peor aún ¿qué tan fácil es en la actualidad incurrir en este tipo de delitos? Aunque en el mercado negro se encuentra de todo, el registro que llevan las instituciones -ahora además digital- hace que presentar un diploma falso sea de inicio a fin una mala idea.
