El 29 de noviembre de 1992, por primera vez en la historia, el Tolima fue testigo del ejemplar impreso número uno de El Nuevo Día, el diario que llegaba cargado de periodismo, hechos noticiosos de la época y el compromiso de estar presente como el único medio físico de relevancia en el territorio.
Las calles de Ibagué se llenaron de ciudadanos con periódico en mano, leyendo los productos de los primeros 14 comunicadores que integraron la redacción, en una época marcada por muchos capítulos oscuros, pero también de muchas alegrías. Tener en circulación un diario con sello ‘Pijao’, fue motivo de orgullo para quienes lograron adquirir una copia, que se agotó en cuestión de horas.
Un sueño materializado gracias a la unión de un grupo de empresarios tolimenses, y al apoyo de Alejandro Galvis Ramírez, pionero de El Universal, La Tarde y Vanguardia Liberal, quienes crearon la empresa editorial Aguasclaras S. A.
Los primeros pasos
Iniciar de cero no fue tarea fácil y significó un reto que, tras algunos tropiezos, acabó siendo el hogar para quienes deseaban informarse con ética y veracidad. El primer objetivo fue conseguir el terreno para construir la redacción, que hoy se alza imponente en medio de la carrera Sexta de Ibagué, llena de salones y oficinas que tienen entre sus paredes miles de historias que contar.
Lo segundo, la adquisición de la máquina rotativa, la encargada de hacer memoria y plasmar en el papel las historias, personajes y fotografías. Una vez superados los impases y con todo listo, los periodistas Herminso Ruiz, María Victoria Herrera, Margarita Mera, Margarita Gómez, Carlos Blanco, Olga Lucía Garzón, Martha Myriam Páez, Myriam Mercedes Marín y César Vidal, publicaron las primeras noticias de la región, el país y el mundo.
Hernando Salazar Palacios, el primer director del medio, empezó sorteando la molestia de los gobernantes de la época acerca de notas en las que se daba cuenta de irregularidades en la esfera pública. Se desafió la Ley 550 como producto de la fuerte alza del dólar, las intimidaciones de líderes políticos y las demandas que surgieron a raíz de las investigaciones sobre corrupción administrativa, entre otras incoherencias de la esfera dirigente.
Estos fueron los primeros retos de El Nuevo Día, el periódico tolimense que, a pesar los años, la era digital y lo difícil de la profesión, se ha mantenido firme informando a sus lectores.
Una familia que evoluciona
Actualmente, la planta de personal de la empresa alcanza los casi 90 trabajadores, entre periodistas, fotógrafos, contadores, publicistas, operarios, conductores, distribuidores, etc.
Como las demás empresas, Editorial Aguasclaras S.A. sintió el peso de la crisis económica que azotó al mundo por la pandemia del Covid-19, pues el periódico es un medio que se vende en las calles, quioscos y esquinas de la ciudad, las cuales quedaron completamente vacías. No obstante, con el liderazgo de la gerente Adriana Quijano, se logró atravesar aquel hito en la historia de la humanidad sin desamparar a ninguno de los trabajadores.
“El Nuevo Día significa información actualizada, objetiva, veraz, imparcial. Es el único medio impreso diario regional, donde todos los tolimenses se enteran de lo que está sucediendo”, manifestó Adriana Quijano, gerente del medio.
Entendiendo los cambios de la humanidad y moldeándose a las exigencias de la era moderna, en el año 2012 la sede de El Nuevo Día se remodeló completamente, instalando luces, aire acondicionado, la ampliación de espacios y modernización de equipos. El año siguiente, se le dio la bienvenida a la rotativa Goss Community, que reemplazó la máquina Harris V-22, con la que El Nuevo Día imprimió la realidad del mundo durante 21 años.
Por eso, en el 2022, este diario cuenta con un equipo que triplica la capacidad de impresión de los ejemplares diarios y representa un 100 por ciento la producción de la anterior, al pasar de 12 mil a 24 mil unidades por hora.
La web y redes sociales
La era digital y la sentencia que muchos auguran para los periódicos, que desaparecerán con el paso de los años, llevó a que se ampliara el personal con la apertura del área web, un momento decisivo, que reforzó el diario impreso.
Ahora convergen con los periodistas de la imprenta, productos multimedia como fotografías, videos y audios, que sirven para ampliar el panorama de las denuncias ciudadanas y el cubrimiento de los hechos noticiosos.
La presencia de El Nuevo Día en Facebook, Instagram, YouTube, Twitter y TikTok, se ha convertido en un complemento para el diario, a manos de la empresa que sigue firme en la defensa de la tradición del periódico físico.
El Diario de los Tolimenses, gracias al esfuerzo de todo su equipo de trabajo, se ha posicionado en la web, a través de alianzas una de ellas con el gigante tecnológico Google. Proyectos que permiten visibilizar lo que sucede en Ibagué y en el Tolima y llegar a más audiencias a nivel mundial.
Con tres décadas de historia, El Nuevo Día espera seguir marcando una huella en el departamento del Tolima y el mundo.