Uno de los temas más mediáticos en Colombia actualmente es la aparente llegada de varios ciudadanos afganos afectados por la crisis de su país. Mientras tanto, un grupo de jóvenes decidió realizar un experimento social en las calles del centro de Medellín, así lo hicieron con una mujer que iba vestida con una burka.
La persona recorrió el centro de la capital antioqueña y generó diversas reacciones entre los locales, los comentarios fueron registrados por las personas responsables de la actividad. La joven causó chistes, reflexiones y preocupaciones. De momento, los autores pretenden llevar el experimento a otras ciudades del país.
La mujer iba cubierta por un velo que nublaba su identidad por completo, vestimenta que suelen usar las nativas de Afganistán, ella anduvo por lugares como Junín, el parque de Las Luces y el Hueco, así lo hizo por unas dos horas.
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Daniel Alvarado, fotógrafo documental de esta ciudad y uno de los líderes de la iniciativa, explicó que recibieron una gran diversidad de comentarios.
“Desde la compasión de ellas, qué pesar de esas mujeres que utilizan esa vestimenta obligatoriamente otras ya están llegando los primeros refugiados a Colombia, un vendedor de dulces al verla le dijo, tranquila mi amor, que usted acá no es necesario que lleve eso, si quiere puede salir empelota”, reportó Alvarado.
Igualmente, el experimento fue llevado a algunas estaciones del metro, aunque las reacciones no fueron muy evidentes.
“En el Metro de Medellín siempre se ve con múltiples visitantes turistas y también creo por la cultura, afuera se evidenció que hubiera comentarios en voz alta y más evidente”, aclaró el fotógrafo.
Alvarado también indicó que se escucharon algunas declaraciones prejuiciosas y de hecho, algunos manifestaron que se trataba de los primeros refugiados, asimismo, está esperando viajar a Bogotá y Bucaramanga para replicar lo sucedido y comparar las reacciones entre ciudades.
Vale tener en cuenta que la mujer con la burka era la artista Isabel Palacio, que aceptó con gusto el experimento propuesto por Daniel Alvarado.
“Me gusta mucho la fotografía de desnudo y esto fue un choque para mí. Sentí demasiado calor. Me recogí el cabello hacia atrás para que no se me viniera a la malla y no me lo podía tocar. No podía acceder a mi propio cuerpo, pese a que lo tenía cubierto y separado del resto del mundo”, expresó la artista.
