
Gracias a un estudio académico, investigadores colombianos lograron demostrar que para lograr una alimentación saludable en los niños es necesario estudiar el contexto y las costumbres culturales que tiene cada población.
La investigación fue hecha por el grupo de investigación BIOALI (Biotecnología de Alimentos) de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias de la Universidad de Antioquia en asociación con el Grupo de Estudio en Educación Alimentaria y Nutricional (GEAN) de la Escuela de Nutrición y Dietética de la misma Universidad.
Su propósito fue demostrar cómo las malas prácticas alimenticias son causantes de enfermedades como el sobrepeso en la población infantil de Medellín.
La importancia de esta investigación radica en concientizar a la población sobre el problema de salud pública en que se ha convertido la obesidad.[single-related post_id="756140"] Este estudio fue realizado en la comuna 8 (Villahermosa) de Medellín y se enfocó en hacer una validación de un programa de alimentación distinto al que los niños de la zona consumen a diario y cómo esto influyen en el desarrollo de los menores. Uno de los resultados obtenido fue que muchos niños con una mala alimentación no solo son propensos a desarrollar enfermedades en cuanto a su peso, sino también que esto influye en su desarrollo personal. Además, destaca que muchos padres de familias en ocasiones no cambian los hábitos en sus hogares porque consideran que esto es algo costoso o simplemente por la creencia de que los niños no se alimentarán bien. [single-related post_id="755320"] Los investigadores señalan que para el caso de Antioquia, los alimentos a base de maíz juegan un rol muy importante no solo por el valor nutricional sino también por la tradición cultural y que reemplazarlo por algún otro alimento ajeno a esta región desequilibraría la alimentación de las personas.
Para este grupo de investigación, lo más importante en los hábitos de alimentación es tener presente las costumbres gastronómicas del entorno donde se habita.Por último, la investigación destaca que la alimentación es uno de los aspectos de la vida humana con mayor carga cultural, y la salud y el bienestar de muchos niños depende de saber entender el contexto cultural y social de los menores para diseñar sus planes alimenticios.