Los hombres, quizás mucho más que las mujeres se olvidan de cuidar su salud. Para ser honestos, empacar un almuerzo saludable o hacer una cita con el doctor casi nunca está dentro de sus prioridades.
De acuerdo con la Agencia para la Investigación y la Calidad de la Salud del Ministerio de Salud y Bienestar Social de Estados Unidos, en el último año los hombres registraron un 24% menos de probabilidad de visitar a un doctor que las mujeres. Sin embargo, en comparación con las mujeres, los hombres tienen 28% más de probabilidad de ser hospitalizados por insuficiencia cardiaca y 32% más de probabilidad de ser internados por complicaciones a largo plazo asociadas con diabetes.
“Con estas cifras, resulta obvio que los hombres tenemos algunas necesidades especiales de salud, así como requerimientos nutricionales únicos. La nutrición es fundamental para ayudar a los hombres de todas las edades a vivir más sanos y más plenos”, afirma Gabriel Gómez Morales, Director Médico Regional del área de Nutrición en Abbott.
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Entre las recomendaciones a seguir se encuentran:
1. Aumente el consumo de proteína: ¿No es de los que les gusta el fisiculturismo? No se preocupe. La proteína es buena para que los músculos crezcan, se mantengan y para la salud en general, sin importar cuáles sean sus actividades para ponerse en forma. Comenta Gómez, es importante tener en cuenta que después de los 40 años, los hombres pueden perder entre 8 y 10% de su masa muscular cada 10 años.
Debe tener en cuenta que el abuso de suplementos de proteína puede causar problemas graves en su cuerpo como en los riñones. Hable con un profesional de la salud antes de comenzar una dieta o usar un suplemento nutricional ya que en vez de encontrar los beneficios que está buscando puede ponerse en riesgos innecesarios.
De acuerdo con Gómez, “la proteína contenida en la alimentación saludable es el factor más importante para prevenir y revertir la pérdida excesiva de masa muscular cuando envejecemos”.
2. Aumente el consumo de vitamina C y E: Según Gómez, las enfermedades del corazón son la principal enfermedad que afecta a los hombres de hoy. No obstante, sin importar la genética, es posible controlar el riesgo. La “inflamación crónica” que hace daño en el cuerpo –determinada en gran medida por nuestros malos hábitos alimenticios– es uno de los principales factores en el desarrollo de estas enfermedades.
“Busque alimentos ricos en vitaminas C y E, como las nueces, naranjas, toronjas y vegetales de hojas verdes y hable con su doctor sobre las necesidades específicas para la salud de su corazón,” sugiere el experto.
3. Incluya el consumo de pescados y mariscos: Los ácidos grasos omega-3 que se encuentran naturalmente en el filete de salmón, ayudan a reducir la inflamación que está ligada a condiciones crónicas como la diabetes, artritis y aun el envejecimiento normal. Un análisis de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard demostró que comer entre una y dos porciones (de 3 onzas) de pescado graso una vez a la semana reduce 36% el riesgo de morir por un infarto.
Para disminuir el riesgo de cardiopatías, la Asociación Americana del Corazón recomienda comer pescado dos veces a la semana. Se recomienda elegir pescados de piel más oscura como el salmón, atún y sardinas. Además, es recomendable optar por el consumo de pescados frescos en lugar de suplementos de aceite de pescado.
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4. Disminuya los carbohidratos refinados: Cambiar los carbohidratos refinados por opciones más saludables es la clave para manejar el peso, reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y además ayudar a la función del cerebro.
Gómez explica que es frecuente en ciertos casos que la insulina no trabaje como debiera (la hormona del páncreas que maneja el azúcar en sangre) como en obesidad y ciertas enfermedades, lo que lleva a un aumento exagerado del azúcar en sangre, incrementa los niveles de inflamación del cerebro y contribuye potencialmente al daño de los vasos sanguíneos del cerebro. El compromiso en esos vasos sanguíneos es un factor asociado con la pérdida de la capacidad cognitiva.
Para ayudar a disminuir los riesgos, se recomienda reducir el consumo de carbohidratos refinados que se encuentran en alimentos procesados y bebidas azucaradas. En la medida de lo posible, es recomendable reemplazar los carbohidratos por alimentos integrales que provengan de fuentes como frutas, vegetales y granos enteros como el pan integral y la quinua.
5. Revise sus niveles de vitamina D: La mayor cantidad de vitamina D que se encuentra en el cuerpo es producida en respuesta a la exposición al sol, especialmente en las horas del mediodía entre 11 a.m. y 3 p.m. Sin embargo, para las personas que viven en latitudes extremas o simplemente no pasan mucho tiempo afuera, consumir una variedad de alimentos ricos en vitamina D como la leche fortificada, los pescados grasos y las yemas de huevo es vital para mantener una buena salud.