Para perder de peso existen múltiples métodos, que van desde los medicamentos y el deporte, hasta una sana alimentación. Dentro del tema alimenticio hay quienes consideran que con comer frutas y verduras es suficiente, sin embargo, otros creen que hacer ayuno es una idea muy efectiva.
El debate está en qué tan bueno es el ayuno, y sí realmente beneficia la pérdida de peso, o si por el contrario trae perjuicios para la salud. Hay profesionales que lo recomiendan en sus tratamientos para perder peso y otros que por su parte se niegan a recomendarlo por los efectos nocivos.
En primer instancia, algunos médicos afirman que cuando se deja de comer, la energía no consumida para digerir, absorber y asimilar los diferentes nutrientes, la utiliza el mecanismo de regeneración del cuerpo, por lo que el ayuno es denominado como periodo de descanso fisiológico. También se sabe que las dietas de ayuno son utilizadas para limpiar el organismo y eliminar toxinas, pero también se puede decir que son para activar el metabolismo y lograr que se pierda peso.
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Los expertos en el tema que están de acuerdo con la práctica son enfáticos en asegurar que pese a que el ayuno consiste en dejar de ingerir alimentos, la hidratación no puede suspenderse, por lo que el mejor acompañante para una larga espera sin comer es el agua.
Ahora bien, pensando en lo negativo, hay profesionales que consideran que hacer ayuno es contraproducente, y que si el problema es de sobrepeso, con una alimentación saludable, junto a una correcta hidratación, es suficiente para garantizar, en condiciones normales, el perfecto funcionamiento del organismo y la pérdida de peso, acompañado de buen entrenamiento deportivo.
Por su parte, hay quienes piensan que esta práctica no significa un descanso fisiológico, sino que por el contrario se estaría obligando al cuerpo a hacer un esfuerzo de adaptación para mantener sus funciones vitales.
Hay algo que si se tiene en común entre las dos partes: El ayuno en exceso es malo, y en la mejor medida posible, no se debe hacer por más de tres días seguidos, si es ayuno total, o sí es solo en la mañana, reemplazando el desayuno, no debería hacerse más de dos semanas seguidos, porque las consecuencias pueden ser fatídicas.
