Una de las mayores preocupaciones de los hombres en el sexo es si duran lo suficiente. Y no saben qué cosa hacer para mejorar su rendimiento y dejar a sus parejas sexuales sin aliento en la cama. Algunas poses sexuales podrían ayudarle a quitarse esa preocupación de encima, ponerlas en práctica hará que duren mucho más.
De acuerdo a
El confidencial, estas son las siete poses sexuales que harán que los hombres duren más en la cama permitiendo el disfrute de ambos.
Poses sexuales para que ellos duren más
1. Sentados en una silla con apoyabrazos: Para esta pose es necesario que la mujer esté sentada de espaldas sobre el hombre. La mujer se inclina sobre adelante para que la penetración sea más profunda, aunque ella puede controlar la intensidad y velocidad, el hombre puede complementar el acto con golpes de pelvis.
2. Sentados en la cama: En esta postura, una vez más la mujer está encima rodeando con sus piernas la espalda de su pareja. Esta pose brinda más libertad de movimiento, bien pueden abrazarse o no. La mujer marca al ritmo y pueden medir la profundidad de la penetración.
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3. El perrito reinventado: Esta es una pose que hace que el hombre dure relativamente poco. Por tal motivo, es necesario inventariarla. Una vez ubicados en la pose, el estómago de él debe quedar totalmente pegado a las espalda de ella. Las piernas con las rodillas flexionadas de ella se ubicarán entre las piernas de su compañero, esto hará que el ritmo se centre "en mantenerse encajado", como menciona el medio. Dando como resultado una fricción más lenta.
4. La misionera: Con el hombre boca arriba, la mujer está encima de él rodeándolo con sus piernas. Cuando la haya penetrado, la mujer se inclina hacia adelante apoyando sus manos sobre el pecho de su pareja. En esta postura, la mujer tiene libre movimiento. Los cambios en el ritmo dependerán de qué tanto se incline la mujer hacia el hombre, entre más cerca quede de su rostro menos profunda será la penetración.
5. La cucharita cara a cara: Mirándose cara a cara, ella ubica su pelvis un poco más arriba, inclina la cadera y flexiona las piernas para facilitar la penetración. El hombre lleva las riendas del ritmo y la intensidad, además, que cuenta con el plus de poder tocar a la mujer por donde quiera al tenerla completamente acurrucada contra él.