Los gustos de las personas por otras personas son tan diversos como los individuos que los sienten, hablando de mayorías, es popular que muchos se sientan atraídos por personajes dominantes, no necesariamente hablando del bondage o sadomasoquismo. Especialmente hablando de mujeres, algunas prefieren a la gente que esté dispuesta a tomar las riendas de la situación en la cama de una manera fuerte, y esto puede tener una explicación relacionada con la evolución. [single-related post_id="1253916"] La teoría es la siguiente: como los mamíferos hembras nacen con un número limitado de ovarios (mientras que los machos generan esperma durante toda una vida), tienden a ser más selectivos con sus parejas. Existe evidencia que expone cómo las personas en el pasado preferían compañeros dominantes, las mujeres que se aparearon con hombres más fuertes solían estar mejor equipadas para mantenerse vivas y a salvo de sus depredadores. Por otro lado, un dato curioso, la testosterona, una hormona que los hombres tienden a tener en más abundancia, está conectada con la dominación. También hay un factor social que juega en esta cuestión, a pesar de los avances del feminismo para lograr equidad de género en la sociedad, los roles tradicionales de género siguen jugando en el escenario sexual. Por ejemplo, las novelas y películas románticas que retratan a un personaje masculino valiente y dominante seduciendo y ganándose a una mujer siguen siendo populares. Desde un punto de vista más personal, puede que usted prefiera a un compañero que exude una energía sexual más fuerte porque su tendencia a seducir y dirigir le hace sentir sensual y deseada. También puede quitar una gran presión de encima si está siguiendo la guía de su pareja, usted puede relajarse y recibir todas las ordenes, en vez de tener que iniciar cada movimiento. Cuando se tiene cansancio por una semana larga de trabajo, resulta idóneo cuando alguien más hace el trabajo, así que solo relájese y disfrute. [single-related post_id="1252498"] Si usted quiere ser más dominante en la relación, empiece por decirle a la otra persona lo que quiere, es decir, si disfruta del sexo oral pero siempre deja que el otro lo proponga y lo haga, dígale que quiere que lo haga, incluso con más detalles, diciendo cómo lo quiere y guiándole con sus movimientos y palabras.
