Lo único que estas dos palabras tienen en común es que siempre es bueno un ceviche. A mí me gusta con v pequeña, porque siempre lo aprendí así, y me choca con b larga porque mi cerebro se pone alerta inmediatamente. Lo cierto es que en la playa o en la ciudad lo importante no es la letra: es la sazón. Los mejores son los de Emilse, en la casa de Carlos, en Coveñas. ¿Cómo no iban a estar entre los mejores? Langostas, pescado, camarones y langostinos recién salidos del mar, con olor a mar, con sensación de brisa. La mejor cocina de mar es la de allá.
Comenzar el día con Arepa e’ Huevo y suero costeño, luego puede seguir un ceviche de lo que el mar traiga, y al almuerzo cualquier cosa, pero eso sí con arroz con coco y patacones. Ya se me hizo agua la boca, creo que debo reservar una semana para el año entrante, de golpe un puente largo o algo así, para que nunca, nunca se me olvide lo rico que Emilce cocina. Emi es como el ceviche, no sé si con s o con c solamente sé que su comida es celestial.
LISTA DE COMPRAS PARA UN CEVICHE URBANO
- Mariscos de su elección
- Limón (suficiente para cubrir con su jugo la cantidad de mariscos que haya comprado
- 1 cebolla cabezona roja
- Aceite de Oliva
- Sal
PREPARACIÓN
- Se eligen los frutos de mar deseados y se limpian muy bien. Se les agrega cebolla cabezona roja picada y con un golpe de agua caliente preferiblemente*. Se mezcla todo bien y se cubre con el jugo de limón o de naranja agria.
- Se deja 24 horas (mínimo 12) en conserva con poca sal (en la nevera)
- Se acentúa con ají picado o licuado preferiblemente fresco, unas gotas de aceite de oliva y se aromatiza con una copita de vino blanco o brandy.
- Si se desea se puede agregar un poquito de salsa de tomate y perejil finamente picado.