La administración de Bogotá, en cabeza de la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, dio a conocer que la restricción del parrillero en la ciudad se extenderá hasta el 31 de diciembre.
La decisión fue tomada bajo el razonamiento de que la medida ha servido para reducir los indicadores de criminalidad de la capital pues se ha evidenciado una reducción de los delitos de alto impacto entre enero y mayo de este año.
La prohibición, que entró en vigencia el pasado 21 de abril, consiste en restringir la circulación de motocicletas con acompañante los días jueves y viernes y sábados en el horario de 7 p.m a 4 a.m.
Por cuenta de esta disposición, varios colectivos moteros salieron a las calles a alzar su voz de protesta poniendo en jaque la movilidad de la capital ya que les parecía injusto el decreto que ampara la restricción.
Durante las manifestaciones, la alcaldesa de Bogotá Claudia López presidió una mesa de conversación en la cual se acordaron varias excepciones a la regla que fueron aceptadas por los motociclistas.
Así pues, las personas en condición de discapacidad, trabajadores de aseguradoras, conductores elegidos, las mujeres y el personal de vigilancia privada quedaron eximidos de la medida.
En su momento, el gobierno distrital había advertido que efectuaría un monitoreo constante de los indicadores de seguridad para determinar si la restricción terminaría el 30 de junio o si se extendería por más tiempo.
Por consiguiente, la administración de la capital finalmente decidió extender la medida hasta finales del 2022 con el fin de continuar obteniendo resultados favorables en materia de seguridad.
No obstante, la Veeduría Distrital, entidad encargada de vigilar la gestión del distrito, advirtió hace pocas horas que la prohibición del parrillero no había sido realmente eficaz ya que, a pesar de que se pudo constatar que el accionar delictivo criminal se redujo, los vehículos que se usan para cometer los actos punibles siguen siendo los mismos.
“La participación de los móviles agresores (a pie, motocicleta, bus, bicicleta, vehículo, taxi) en la comisión de los delitos, sigue estando acorde con la tendencia previa a la medida. Es decir, no hay variaciones significativas de disminución del porcentaje de delitos cometidos en motocicleta”, se lee en un estudio publicado por la entidad.
Además, el informe evidenció que más de la mitad de las transgreciones cometidas en motocicleta son perpetradas por el conductor y no por el parrillero. Asimismo, este tipo de vehículo es el segundo más usado por los delincuentes para cometer crímenes.
“La motocicleta, con una participación de 7,6%, representa el segundo móvil agresor más utilizado y, aunque desde 2021 se presenta una tendencia a la baja en dicha participación, su comportamiento es lineal y constante”, señaló la Veeduría.