Tras la revelación hecha desde la Secretaría de Cultura de Ibagué de la presunta cancelación del Jamming Festival en esa ciudad, varias personas se mostraron inconformes con la noticia y se reunieron en el bar Casa Babylon, uno de los promotores del evento, para protestar.
Los manifestantes se agolparon en el lugar ubicado en la calle 49 con carrera séptima, localidad de Chapinero y algunos de ellos con aerosoles procedieron a rayar las instalaciones del edificio con mensajes como “ladrones” o “mentirosos”.
Se conoce que una cantidad considerable de extranjeros había venido al país para participar del festival, entre ellos ciudadanos de Ecuador, Bolivia, Chile, Guatemala y Costa Rica, información que se puede evidenciar en los rayones que sufrió el bar en los que se puede leer algunos de los nombres de los países anteriormente mencionados.
Cabe recordar que el evento iba a tener lugar el 19, 20 y 21 de marzo y que se habían vendido 140.000 entradas. Además, Ibagué tenía preparada su capacidad hotelera para recibir a 100.000 turistas como parte de la estrategia de reactivación económica de esa ciudad.
A pesar de esto, el festival había estado en el ojo del huracán por la cancelación de varios artistas que estaban confirmados en cartelera, hecho que la Superintendencia de Industria y Comercio investigó en su momento.
"La Autoridad evidenció a través de visitas administrativas de inspección y requerimientos de información, que al parecer las condiciones inicialmente informadas sobre el evento, los artistas y el orden de las presentaciones de los mismos, habían variado, sin que presuntamente se hubiesen informado a los consumidores de manera clara, veraz, suficiente, oportuna, verificable, comprensible, precisa e idónea", señaló la entidad a través de un comunicado de prensa.
Los reclamos de los manifestantes van desde su indignación por el supuesto engaño de los organizadores del evento, el tiempo perdido y el costo que tuvieron las boletas hasta un presunto incumplimiento con el tema de campings ya que el Jamming les había prometido a algunas personas que podían instalarse en el festival pero, según ellos, resultó ser falso.