Faltando solo un día para el inicio del festival, fue cancelado el Jamming y este dejó con los crespos hechos a miles de asistentes que ya tenían sus boletos en mano, además de reservas hoteleras y tiquetes de avión o bus para desplazarse a Ibagué.
“Cancelaron el jamming y lo que más me aterra es la cantidad de personas que se alegran del mal ajeno, la envidia si es un veneno muy h*ta. Qué nivel de envidia, aprovechen y depuren sus redes... qué mala jugada de los organizadores, qué falta de todo”, comentó una usuaria de Twitter de nombre Aleja.
A otros les dolió más por las pérdidas económicas y la derrama económica que dejará de recibir la ciudad y sus habitantes: “pana, tanta gente que dependía de la realización del Jamming. Logísticos, hoteles, transportes, montajes, bandas. Dios mío, me da mucha cagada con la gente que organiza el evento. Muy mal todo”, lamentó un usuario llamado Camilo.
Incluso, varios piensan que esto se veía venir y la noticia sólo confirmó sus sospechas: “todos sabíamos que el Jamming iba a fracasar pero decidimos creer hasta el último momento porque así somos los románticos”, opinó la cuenta a nombre de Moleculis.
Usuarios en Twitter comenzaron a reclamar desde ya el dinero que invirtieron para ir al evento: “Esperamos el comunicado explicando cómo será la devolución del dinero a los que compramos boletas”, aseguró Santiago Rendón.
Las posibles razones que llevaron a la cancelación del Jamming
En Twitter, David Molina develó detalle por detalle las razones que al parecer habrían llevado a la cancelación del Jamming. “Desde el primer momento que empezaron a llamar artistas para la versión que no se pudo hacer por el Covid, no entregaron los anticipos correspondientes al 50% de la totalidad del valor del show”.
“Debido a esa cancelación por Covid, muchos artistas tuvieron que regresar parte del dinero y otros no, porque no se especificaba en el contrato. En esta nueva versión con poco presupuesto empezaron a llamar la atención de la gente con artistas a diestra y siniestra. En muchos casos no habían ni contactado al artista pero como había dicho que sí a la versión anterior pues lo asumieron. Este fue el primer gran error”, explicó el usuario.
Según David Molina, en esta nueva versión con poco presupuesto empezaron a llamar la atención de la gente con artistas a diestra y siniestra, pero asegura que en muchos casos no habían ni contactado al artista pero como había dicho que sí a la versión anterior pues lo asumieron.
Molina añade: “Las boletas que habían vendido para el festival anterior estaban muchísimo más baratas que para esta versión. Mucha gente se quedó con ella, esperanzados que si iba a realizarse en un futuro no muy lejano. Al momento de confirmar el de este año subieron el precio de todo para lograr recuperar lo perdido con los artistas que no devolvieron lo de su parte del show. Otro error. No tenían suficientes artistas de peso para la cantidad de dinero que estaban cobrando. Por eso necesitaban pagar y confirmar al 100% personajes de peso Se quedaron sin dinero”.
Según la versión de Molina, como no había dinero tuvieron que irse a un lugar más barato Playa Hawai dónde el aforo era menor a lo que era en Ricaurte. Pero ellos seguían vendiendo, no importaba superar el aforo. “Necesitaban recuperar y faltando 2 meses con un montón de artistas nombrados no habían ni confirmado el 80% del cartel porque se habían gastado lo que habían tenido confirmando al 100% a ese reducido 20% de artistas con gran nombre y el otro gasto, la infraestructura y la logística. A la que le dieron el 50% de anticipo”, explica.
Finalmente, David Molina contó que siete días antes del festival, la logística no esperó más, les canceló porque no habían recibido más dinero y los artistas dijeron adiós por lo mismo. “La infraestructura no había sido pagada dejaron de armar los ocho escenarios que ellos tenían dispuestos para todos esos artistas que iban a ir, que igual no iban a llenar porque ya se estaban bajando muchos. La cosa se salió de control hoy porque pidieron no armar ocho escenarios sino menos y les dijeron no”.
Según David Molina, el fracaso rotundo del Jamming se debió a que no le pagaron completo a la logística, no le pagaron completo a la infraestructura y no le pagaron completo a los artistas. Hoy el festival dijo adiós dejando con los crespos hechos a miles de aficionados del género musical que estaban a la expectativa del evento.
Por vía telefónica, Whatsapp y correo electrónico, un periodista de KienyKe.com intentó contactar a los organizadores del Jamming, pero hasta el momento no se ha obtenido una respuesta a la solicitud.
